Viajar es lo más lindo que hay en el planeta; eso no está en discusión. El tema es que a veces se complica encontrar un pasaje a un precio coherente. Acá y ahora: las claves para encontrar vuelos que no te saquen un ojo de la cara.

1. Ser flexible con las fechas

Se acabó la joda. Basta de querer volar de sábado a sábado y no pedir dáas en el laburo. Los vuelos entre semana son los que te cuidan el bolsillo y, si dejas que la aerolinea o agencia determinen las fechas por vos, todavía mejor. (Entiéndase: salir un martes 4 de la matina y volver jueves a la noche, por ejemplo).

2. Volar fuera de temporada

Las temporadas altas suelen ser más caras. Hay que evitar viajar durante las vacaciones de invierno, verano, navidad, pascuas o cualquier otra festichola que mueva gente. (Mas allá de las nuestras, ¡hay que tener en cuenta las del país al que se viaja!).

3. Bancarse las escalas

Esta es importantísima. Los vuelos con escala siempre son más baratos. Fumarse un par de horitas en San Pablo, Chile o Colombia es sinónimo de ahorro. Además, son una buena opción para conocer de punta a punta los aeropuertos del mundo.

4. Canjear millas

Las tarjetas de muchos bancos van juntando millas con las compras que se hacen durante el año. Hay que estar adherido y ¡atento a que no se venzan! Dato: algunas aerolineas permiten comprar millas con descuento y sumar más rapido.

5. Suscribirse a las alertas

La llave del éxito. Cuando se tiene definido el destino y las fechas, hay que dejar el mail en todas las webs que hacen el laburo por uno y te avisan cuando ÉSE vuelo bajó de precio. Se pueden establecer varios topes y lugares con un mismo mail. Para mí, las mejores son las de Carla de Turismocity. Ella encuentra los vuelos mientras yo miro Netflix desde el sillón. (www.turismocity.com.ar).

6. La de yapa

Chequear siempre las promos que dan los bancos con determinadas tarjetas. Pagar en una cuota te garantiza que el precio se congele y no sume intereses.

¡Eso es todo, amigos! ¡A volar!