Mientras el dólar permanece estable en torno a la banda inferior de flotación cambiaria fijada por el Banco Central, los problemas de la economía real se acentúan al ritmo de una recesión que no termina y a Casa Rosada llegan pedidos de auxilio de todos los sectores para morigerar los efectos de la crisis. Como paliativo, el Gobierno nacional anunció una medida que servirá de salvavidas para las economías regionales.

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La medida del oficialismo llega luego de que varios sectores, en particular la Unión Industrial Argentina, hicieran llegar a Casa Rosada la imposibilidad de pagar los salarios y de mantener a pie sus empresas por la situación económica. Los números industriales son los peores desde el 2002: la capacidad instalada, el indicador que mide qué porcentaje de la infraestructura para la producción está siendo utilizada, se ubica apenas en 56,6%, lo que indica que casi la mitad de la maquinaria es ociosa.


"El anuncio de hoy es el primer paso de una agenda productiva en la que vamos a trabajar todo este año, en el que va a haber muchas novedades, a partir de este diálogo con todos los sectores", afirmó Macri.

Aunque según el Gobierno quedan los últimos resabios de la recesión económica y el país comenzará a crecer después del primer trimestre, los empresarios arguyen que la actual situación es insostenible, sobre todo por las altas tasas de interés que, aunque están bajando, se mantienen por encima del 40%, bastante por encima de los valores que oscilan en la región. Otro dato alarmante es que, según estimaciones privadas, cierran 25 PyMEs y 80 comercios por día.

Del anuncio participaron el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, gobernadores, representantes de cámaras empresarias y diputados y senadores nacionales, entre otras autoridades.