En medio de una crisis política detonada por la derrota electoral del Gobierno en las PASO, el ministro de Economía Martín Guzmán presentó el Presupuesto 2022. El documento proyecta, entre otras cosas, una inflación anual del 33%, un dólar oficial a $131 y un crecimiento del PBI del 4%.

Después de la pandemia, donde la recaudación impositiva total cayó a niveles sin precedentes, el Gobierno estima que el año próximo aumente un 45,3% respecto de 2020 –es decir, alrededor de $15,7 billones–. Además, un incremento del salario real del 3,8%, de la inversión en un 3,1% y de las exportaciones e importaciones en un 7,5% y 9,4% respectivamente.

“El impulso que prevé en clave de inversión y exportaciones es optimista pero también es posible. Eso da margen para que las metas de crecimiento del PBI y del salario sean razonables”, dijo Valentina Castro, investigadora del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en diálogo con El Canciller.

Por su parte, Santiago Bulat opinó: “Es un Presupuesto con expectativas demasiado altas para lo que va a terminar siendo”. En el equipo del economista de la consultora Invecq, proyectan un dólar “un poco” más alto “y una inflación bastante más alta, cerca de lo que fue este año, entre 45 y 50%”. Asimismo, ven un crecimiento de la actividad menos optimista, del 2,5%.

Respecto al crecimiento de precios, Castro recordó que desde hace semanas se ve “una desaceleración de la inflación que evidencia una tendencia a la baja” y consideró: “Si se logra mantener esta tendencia, es posible llegar a un 33% anual”.

El documento, a su vez, prevé un déficit fiscal del 3,5% del PBI; y en cuanto al déficit financiero –que incluye la deuda–, del 4,9%. De ese total, el Gobierno planea financiar un 2% a través de emisión de deuda, un 1,8% con emisión monetaria –$1 billón– y el 1,1% restante mediante organismos internacionales.

La derrota en las urnas crispó los nervios en el Frente de Todos y los distintos actores tienen diversas visiones sobre cuál fue la causa y de qué manera salir hacia adelante. En el camino, la “unidad hasta que duela” por fin dolió y dejó ministros con su renuncia arriba de la mesa y audios filtrados en contra del Presidente. En ese contexto se presentó la “Ley de leyes”. “Tiene una validez nula, se presenta en medio de una crisis política que no sabemos dónde va a terminar. Lo tomaría mucho con pinzas”, opinó Bulat a este medio.

Sin embargo, todos están de acuerdo en que hace falta más dinero en la calle y existe consenso en los analistas de que es lo que sucederá en los próximos meses. “Yo creo que el Gobierno va a priorizar el déficit social que al déficit fiscal. Las medidas de corte fiscalista se aplicaron en su momento y presentaron su contrapartida en las urnas”, explicó Castro.

Ese incremento esperable del gasto podría explicar porque el Gobierno “exageró el déficit que va a tener este año” que, según cree Bulat, “va a ser menos”. En ese sentido, el economista de Invecq agregó: “De esa manera, me parece que ya se armaron una especie de puñado para salir a gastar más en estos meses”.

El documento presentado por Guzmán, además, proyecta que el Banco Central emita el próximo año la mitad de lo que desembolsó en este. Sobre esto, Castro explicó: “En 2020 hubo una emisión monetaria que iba por encima de los límites fiscales; en 2021 se buscó reducirla; y lo que se busca en 2022 es reducirla a la mitad”.

En tanto, siguió: “Esta emisión uno puede decir que se va a ir transformando, porque en la medida de que haya partidas destinadas a políticas de transferencia de ingresos, estas políticas se deberán financiar con emisión”. Por su parte, Bulat señaló: “El tema es que tampoco hay mucho espacio para salir a emitir más, porque eso te generaría un problema macroeconómico. El ministro es consciente de que uno puede emitir todo lo que quiera, pero si la inflación termina siendo más alta todo eso termina siendo nulo”.

La idoneidad del Presupuesto se debate entre las dos posiciones dominantes de la coalición gobernante. En el equipo económico de Alberto Fernández mantienen la expectativa de mantener el equilibrio fiscal con el acuerdo con el FMI como norte. Para Castro, la reducción de la emisión monetaria prevista “es también un guiño de confianza fiscal para mostrar que hay una intención de llegar a un acuerdo”. Bulat, también coincidió: “Obviamente que el Gobierno tendrá que ir hacia un sendero de consolidación fiscal y de menor emisión monetaria porque es un pedido que viene del Fondo”.