Después de un paso en falso que implicaba comenzar a gravar la actividad de los streamers e influencers y fue muy mal vista por Javier Milei y su equipo, el Gobierno nacional oficializó la salida de Florencia Misrahi de la exAFIP y actual Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). 

El Presidente tomó la decisión de desplazarla y reemplazarla por Juan Pazo, un funcionario muy cercano al ministro de Economía, Luis Caputo. Los cambios se oficializaron mediante la publicación del decreto 1078/2024 en el Boletín Oficial. 

Pazo había sido designado el miércoles último como secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, pero ahora se encargará de las cuestiones tributarias, luego de haberse desempeñado como secretario de Coordinación de Producción del Palacio de Hacienda. Pablo Quirno asumirá el rol vacante en el ministerio de Relaciones Exteriores.

TE PODRÍA INTERESAR:

El vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó durante el fin de semana pasado que el despido de Misrahi se debió a su decisión de modificar el régimen tributario de los streamers e influencers y, además, anticipó su relevo por Pazo.

Minutos después del posteo del portavoz en X, la Oficina del Presidente subrayó la condición de "inconsulta" de la medida de Misrahi y aseguró que "será revertida". 

"Este Gobierno no va a perseguir a las nuevas formas de negocios digitales y reafirma su compromiso para trabajar en un régimen tributario simplificado. La solución al persistente déficit fiscal que sufrió por décadas Argentina no es buscar nuevas formas de recaudación, sino bajar el gasto público", argumentó el comunicado.

La gota que rebalsó el vaso fue una disposición que oficializó el organismo que depende del ministerio de Economía el viernes de la semana pasada. Se trata de la resolución 5607/2024, que grava la actividad de los creadores de contenido en las redes sociales y plataformas.

La medida generó enojo en el Gobierno, debido a que va en contra de la política de eliminación de impuestos, desregulación del Estado y de beneficios al sector privado sobre la base de la liberalización de la orientación económica.

De todas maneras, la ahora extitular de la ARCA estaba en la cuerda floja desde hace semanas. Su relación con la administración libertaria comenzó a erosionarse luego de llevarse a cabo la desintegración de la AFIP. En ese marco, la Casa Rosada promovió la reducción de los salarios del personal jerárquico, pero la abogada y magister en Derecho Tributario se negó a aceptar esa reducción.

Misrahi cobraba $35 millones mensuales, cuando la intención del Ejecutivo era disminuir ese tipo de haberes de los altos cargos hasta llegar a un promedio de $4 millones, de forma que quedaran igualados con los percibidos por los ministros.