Con la salida de Paula Español de la Secretaría de Comercio, el exviceministro de Economía Roberto Feletti arribó al ministerio que conduce Matías Kulfas con la idea clara de aliviar el bolsillo de la población. Con la garantía de la enorme estructura de fiscalización que su antecesora construyó en los últimos dos años, el funcionario se reunió con los principales empresarios de los supermercados, mayoristas y compañías productoras de alimentos para pedirles congelar durante 90 días los precios de 900 productos –que luego se ampliaron a más de 1200– en su valor del 1 de octubre hasta el 7 de enero de 2022.

“El secretario nos comentó cuáles son sus expectativas que tiene respecto del último trimestre: pretende que el precio de la canasta básica se aligere respecto a lo que es el salario; y para eso nos planteó mantener los precios de estos productos”, confió a El Canciller uno de los asistentes del encuentro, quien además contó que “tanto los mayoristas, como los almaceneros y los supermercados le planteamos el acompañamiento a la medida”.

En las horas siguientes, se agregaron 345 productos más que se suman a la lista total de 1245 que deberán presentar todas las compañías en la última hora de este miércoles con los precios que tenían a principios de este mes y firmada por sus representantes legales.

Sin embargo, en las grandes cadenas de supermercados tienen la preocupación de que la fiscalización en los precios de las empresas que fabrican los productos no sea la correcta. Asimismo, en esas compañías le exigen al Gobierno que la regulación en los productores primarios que los proveen de sus insumos sea igual de efectiva. “La autoregulación también tiene que venir por parte de toda la cadena de valor, no solo del último eslabón”, afirmaron a este medio desde una de las compañías de supermercados más influyentes del país.

Aún así, en el sector dieron su palabra de que respetarán lo acordado. “Uno siempre se somete a las normas que establece el Estado. Sino no hay forma de sentarte a acordar ni dialogar nada”, agregaron. Por su parte, Victor Fera, dueño de Maxiconsumo y Marolio, dijo en Radio 10: "Hay que darle un alivio a los bolsillos de los consumidores. Vamos a trabajar para que haya competencia entre los distintos supermercados. Después de la pandemia el país quedó en una situación es muy grave”.

Los que participaron de la reunión con el flamante secretario fueron la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que reúne a las cadenas más grandes; la Cámara Argentina de Supermercados (CAS), que agrupa a las cadenas del interior y más chicas; la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA); la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM) y la Federación de Almaceneros.

No obstante, los minimercados chinos –que son más de 3.000 en la Ciudad de Buenos Aires y más de 12.000 en todo el país– no estuvieron invitados al encuentro. “Todavía no hemos hablado con el secretario”, informó a El Canciller Yolanda Durán, presidenta de la Cámara Empresarial de Desarrollo Argentino y Países del Sudeste Asiático (CEDeAPSA).

“No tenemos la capacidad financiera para absorber los aumentos de nuestros proveedores, no tenemos ventajas de ninguna índole. Si las grandes cadenas se comprometieron, es un problema de ellos. Nosotros hasta el momento no tenemos diálogo con la Secretaría”, agregó la titular, quien además mencionó que sus costos fijos –como los alquileres, los servicios como la luz, el ABL o las expensas– “suben cada día más y más”.

"En agosto hubo una inflación del 2,5%, ahora en septiembre las consultoras prevén un 3,3%. Entonces, si nos traen los productos sin aumentos obviamente que vamos a respetarlo, pero con aumento no nos queda otra que trasladarlo a los precios –agregó–. Nosotros, con tal de vender, hemos absorbido parte de los aumentos en varios productos, más de un centenar”.