En el comienzo de la segunda semana de abril, el Gobierno nacional confirmó lo que era un secreto a voces: que liberará el sistema de pago del transporte público. "La SUBE no va a dejar de existir, será una opción más, pero no la única", aseguró el vocero presidencial, Manuel Adorni, al anunciar la decisión en conferencia de prensa. 

Respecto de la tarjeta que actualmente es la única válida para abonar el servicio urbano, el portavoz afirmó que seguirá "cumpliendo un rol clave para fiscalizar los servicios que prestan las empresas de colectivos y los gastos que realizan". 

Además, sobre la ampliación de los mecanismos de pago del transporte, resaltó que se pasará a un sistema como el que rige "en otras ciudades del mundo, donde se puede abonar con tarjeta, con el celular o con el medio que se crea más conveniente". 

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"Esto significa, no solo simplificar un servicio que se creó hace 15 años y todavía seguía dependiendo de la carga en un kiosco o en una estación de pago, sino también la federalización total del sistema", agregó Adorni. 

Pese a que desde la Casa Rosada indicaron que brindarán más detalles cuando estén disponibles, la intención del Ejecutivo sería eliminar el decreto 84/2009, que implementó el Sistema Único de Boleto Electrónico (SUBE) y que quedó a cargo del Banco Nación.

Ahora que se hizo público el objetivo de que los pasajeros puedan pagar el colectivo, el subte o el tren con cualquier tarjeta de débito o crédito, resta que las secretarías de Comercio y de Transporte, y el Banco Central, definan cómo se procederá a ejecutar la medida.

La idea, según trascendió, es que los dispositivos que se ubiquen en los medios de transporte acepten todas las tarjetas bancarias, de débito, crédito o prepagas y que no haya exclusividades de ningún tipo.

Sólo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), hay casi 350 empresas, por lo que el Gobierno apuntaría a que haya más de una firma que ofrezca el servicio de lectores de tarjeta y el procesamiento de los pagos

A principios de este mes, comenzó a regir una tarifa diferencial en el transporte público del AMBA para aquellos usuarios que no hayan registrado su tarjeta SUBE. En tanto, para quienes tengan realizado el trámite, el costo de los viajes en colectivos y trenes sigue siendo el mismo que el mes previo.

Actualmente, la tarifa mínima de los colectivos pasó de $270 a $429,30, un 70% más, para los usuarios sin la tarjeta registrada. En el caso de los trenes, el aumento del valor mínimo ascendió desde los $130 a los $260, es decir el doble.

En tanto, el traslado en colectivo para distancias mayores a 27 kilómetros (el de mayor valor) pasó de $370,18 a $588,59, mientras que en el caso del ferrocarril el incremento en la tercera sección (la de transporte más largo) pasó de $208 a $416 para los tenedores del plástico sin asociar. Quienes la tienen registrada siguen pagando las mismas tarifas que en febrero y marzo.