Con un paso firme hacia un programa de “equilibrio” y “solvencia” fiscal, la flamante ministra Silvina Batakis anunció las primeras medidas de su gestión. Entre ellas, la concentración las erogaciones estatales en una única caja central, el congelamiento del ingreso de personal en todos los organismos públicos, la creación de un tribunal de Defensa a la Competencia para combatir las remarcaciones especulativas de precios y el impulso del revalúo inmobiliario a nivel nacional.

“No vamos a gastar más de lo que tenemos”, planteó la funcionaria durante la conferencia de prensa, en clave fiscalista. Sobre esto, el analista financiero Christian Buteler planteó: “El anuncio me parece positivo. Habrá que ver de todo lo que se dijo qué se puede llevar a la práctica”. En conversación con El Canciller, señaló que algunas medidas merecen mayores aclaraciones y ejemplificó: “Respecto a la baja del gasto que piensan hacer del 7%, hay algunas cosas que no se pueden bajar, como los planes sociales que están indexados”.

Por su parte, Leandro Ziccarelli, economista del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), afirmó que “el camino que toma el Gobierno es el correcto” y que no ve “nada nuevo” en el programa, aunque marcó: “Es la primera vez que veo a un ministro de Economía de esta gestión explicar un poco el ‘cómo’”. Para el analista, “seguimos el rumbo del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional” y las metas con el organismo multilateral son clave para entender lo que viene.

“Son complejas de cumplir, sobre todo por los desequilibrios que hubo en el primer semestre”, advirtió ante este medio. “Se pasaron sustancialmente de casi todas las metas y tuvieron que reformularlas todas. Entonces, si no van a cambiar las metas anuales, naturalmente se van a tener que poner más finos. Porque con la inercia que hay, se pasan en todas. El gran tema es ese: Guzmán deja una economía que va de frente al incumplimiento masivo”, desarrolló.

Silvina Batakis junto su mentor político, el ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli.

En cuanto al ‘cómo’, Ziccarelli reparó sobre algunos puntos específicos, como “la mención de la ejecución mensual y la revisión mensual, el uso de saldos de otras dependencias”, que evidencia una "sintonía fina en lo que tiene que ver con lo presupuestario y Hacienda, que no se notaba hace unos meses”. En ese sentido, expresó: “A esta gestión le toca acomodar el desequilibrio anterior. Hay margen para hacerlo como lo quieren hacer, desde la gestión de la administración del día a día de las cuentas públicas”.

Una medida que podría ir en el sentido de reducir el gasto es la del congelamiento de la contratación de personal en el sector público. Sobre esto, Buteler opinó: “Suma, pero es un gesto. Es una buena medida. Puede que no mueva la aguja, pero es importante que se lleve adelante, incluso como una señal hacia el resto de la sociedad”. A su vez, en cuanto a la creación del tribunal de Defensa a la Competencia, señaló: “Puede llegar a ser relativamente efectiva, pero eso no te baja el incremento de precios. No me parece que vaya a dar resultados”.

Dólar

Ambos especialistas coincidieron en que los anuncios se trataron de un mensaje hacia el mercado. En las últimas semanas el dólar blue tocó los $280 y los financieros llegaron a los $300. Según Buteler, el recambio en el Ministerio no fue la principal causa, sino las últimas medidas del Banco Central. “Emitió $1,3 billones en junio y puso más restricciones para las operaciones de comercio exterior. Obviamente, si tenés más pesos en el mercado y encima restringís las operaciones de dólar oficial y las pasás a los alternativos, bueno, es lógico que tengas un salto cambiario”, explicó el analista financiero.

Desde esta cosmovisión, esas medidas “fueron las grandes responsables de lo que vimos, mucho más que el cambio de ministro”. “Yo no vi a nadie en el mercado cortándose las venas porque se fue Guzmán y llegó Batakis”, ilustró Buteler, quien además advirtió que el dólar blue “ya no es el dólar referente” y que hace bastantes meses “corre de atrás al MEP y al CCL, que manejan más volumen y son mucho más transparentes”. Los hechos respaldan su hipótesis.

Ziccarelli explicó que, cuando sucedió la corrida del mercado de deuda, “todos esos pesos salían de bonos estaban dentro del mercado; con lo cual, lo que pudo irse a dólar fue a través del mercado”. Por eso la primera suba se dio en dólar bolsa, al mismo tiempo en que el paralelo se mantenía estable. “Ahí se generó como una divergencia que hoy el blue te la va descontando, cuando los primeros suben tres, el blue sube siete. Con lo cual, puede ser que en el corto plazo haya una dinámica más volátil en el paralelo respecto de los bolsa”, coincidió el integrante de CEPA.

Lo político

Hay otro tema con la principal divisa extranjera. Según Ziccarelli, Argentina cuenta con los dólares para mantener el nivel de actividad económica que muestra hace meses. El problema está en el acuerdo con el FMI, que “pide que a las reservas las tengamos para acumularlas y hacer colchón”. En diálogo con El Canciller, el analista económico explicó: “Ahí hay una dinámica compleja, en la que Argentina puede elegir en el corto plazo usar los dólares para seguir expandiéndose, pero en última instancia va a terminar incumpliendo la meta con el Fondo”.

“En algún momento se discutió si la salida de Guzmán habría una ventana como para sentarse a renegociar las metas anuales. Pero quedó claro desde este lunes a la mañana que no. Las metas siguen como están y se van a tratar de cumplir”, agregó. En tanto, los últimos anuncios van en ese sentido. ¿Son necesariamente de ajuste? Según Ziccarelli, no. “Para mí, ajuste es tocar partidas sociales y la verdad que no veo eso en el horizonte. No me apresuraría a llamar a esto ajuste”, argumentó.

Aunque la línea de Batakis no pareciera distar sustancialmente de la de Guzmán, la funcionaria tiene la particularidad de llegar al Ministerio a partir del consenso entre los principales sectores de la coalición de gobierno. “Es importante ese apoyo político, que por ejemplo Guzmán no lo tuvo”, opinó Buteler. Y añadió: “Batakis tiene una ventaja, que es una economista que también tiene mucho conocimiento político. Eso a la hora de tener que negociar con los distintos sectores puede ser algo que le juegue a favor”.

Sin embargo, resta la incógnita respecto a si detrás de la designación existe un acuerdo más amplio en torno a la forma en que debe implementarse la nueva política económica. En este punto, Ziccarelli planteó: “La ministra luce ser el producto de un acuerdo. Es difícil que todos estén de acuerdo con un programa del FMI. Algún tipo de acuerdo para manejarlo en el corto plazo hay, porque sino no hubiera sido este el camino”.

Buteler, por su parte, sostuvo: “Si yo la escucho a Cristina (Fernández de Kirchner), te diría que no avala estas medidas. Pero con su habilidad política, Batakis podría explicarle el porqué de las medidas y cuál sería el camino. La ministra tendrá, dentro de todas sus responsabilidades, la inmensa tarea de convencer a Cristina de que hay que controlar la inflación y bajar el déficit fiscal”.