La actividad manufacturera de las pequeñas y medianas empresas (pymes) cayó un 6,6% interanual en septiembre y acumula una retracción de 15,1% en los primeros nueve meses de 2024, frente al mismo período de 2023.

Los datos surgen del informe publicado este domingo por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que destacó que "es la menor tasa de caída en 10 meses", a la vez que detalló que en la comparación intermensual desestacionalizada hubo un crecimiento del 3,7%.

Sin embargo, desde la entidad gremial empresaria advirtieron que el uso de la capacidad instalada "continúa siendo muy bajo" y puntualizaron: "Es de 60,6%, consecuencia de una actividad que sigue deprimida, especialmente en textil e indumentaria".

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En cuanto al desagregado por sector, el estudio señaló que los seis rubros analizados tuvieron "fuertes caídas" en la comparación interanual, siendo los más afectados "Papel e impresiones" (-20,7%) y "Alimentos y bebidas" (-8,3%), que en la variación acumulada durante 2024 tuvieron retrocesos del 16,8% y 15,5%, respectivamente.

Detrás de ellos se ubicaron "Químicos y plásticos" (-8% y -21%); "Textiles e indumentaria" (-7,3% y -4,6%); "Metal, maquinaria y equipo, y material de transporte" (-2,6% y -16%) y "Maderas y muebles" (-0,6% y -13,3%).

En tanto, cinco de estos seis sectores relevados mejoraron su actividad en la comparación intermensual desestacionalizada, siendo "Textiles e indumentaria" el único que retrocedió, con un 0,8%.

En este contexto, la medida más destacada que esperan del Gobierno las industrias pymes encuestadas es la reducción de impuestos nacionales y provinciales y de las tasas municipales, algo que se reclamó en el 59,8% de las respuestas, seguido por el estímulo a la demanda interna, con un 13,9%.

Asimismo, pretenden una simplificación burocrática (10,1%), incentivos para la contratación de personal (8%), la modificación del esquema de multas laborales (2,8%) y del de capitalización de intereses en juicios laborales (2,2%).

Respecto a los principales obstáculos que enfrena la industria, un 41,3% se refirió a la falta de ventas; un 36, 5%, a los costos elevados de producción; un 10,2%, a la dificultad de acceso al crédito, y un 6,7%, a problemas de cobranza.

Frente a un contexto de baja demanda y altos costos fijos, el 32,6% de las empresas consultadas optó por la reducción de gastos operativos -sólo un 9% los aumentó-, mientras que un 30,4% lo hizo por la diversificación de productos. Por su parte, un 11% redujo horas laborales y un 8% las incrementó.