A la par de la escalada inflacionaria, el encarecimiento del costo de vida no se detiene: una familia tipo porteña, compuesta por cuatro personas, necesitó $396.761 en noviembre para no ser considerada pobre, informó este martes la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires.

Por su parte, el mismo modelo familiar precisó $228.049 para evitar caer en la línea de indigencia.

Asimismo, un hogar compuesto por dos adultos mayores y económicamente inactivos necesitó $192.692 para no ser pobre y $115.146 para no ser indigente.

La canasta básica alimentaria, que marca la línea de indigencia para un adulto mayor, quedó en $74.770. En tanto, la canasta básica total, que hace lo propio con el índice de pobreza, quedó en $132.412.

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Hace unos días, la Dirección General de Estadística y Censos porteño informó que el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires registró una suba de 11,9% en el anteúltimo mes del año y acumula un 160,6% interanual.

El titular de la Dirección, José María Donati, indicó que “tanto la pobreza como la indigencia han crecido al ritmo del aumento de la inflación, incluso por encima del índice relevado”.

Donati expresó que “habrá que prestar atención al plan de estabilización que implementará el nuevo Gobierno, pero sin duda estos indicadores negativos se extenderán por varios meses”.

"A causa de una economía fuera de control, seguimos transitando un escenario muy delicado, que requiere un plan de estabilización”, aseguró.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicará el próximo miércoles 13 de noviembre el índice inflacionario de noviembre.