El Gobierno dictó la conciliación obligatoria a los aceiteros tras la huelga que paralizó la exportación y causó pérdidas millonarias
Después de que decenas de barcos quedaran varados por una semana, la medida rige por 20 días y busca acercar a las partes, mientras los trabajadores rechazan la oferta de aumento salarial que propone la patronal.
Cuando la huelga de los trabajadores de la industria aceitera en busca de aumento salarial iniciaba su séptimo día sin indicios de un diálogo posible con la patronal que permita llegar a un acuerdo, el Gobierno dictó este lunes la conciliación obligatoria por 20 días, para intentar acercar a las partes.
Con esta acción el Ejecutivo busca destrabar un conflicto que frenó las exportaciones argentinas de granos y subproductos en 14 terminales portuarias del Gran Rosario y generó pérdidas millonarias.
"La secretaria de Empleo, Trabajo y Seguridad Social de la Nación, dependiente del Ministerio de Capital Humano, dictó hoy la Conciliación Obligatoria en el conflicto de la industria aceitera que mantiene paralizada la actividad desde el día martes 6 de agosto", indicó el comunicado de la cartera laboral que conduce Julio Cordero.
Además, la Secretaría "exhorta a las partes en conflicto a mantener la mejor predisposición y apertura para negociar los temas sobre los cuales mantienen diferencias y contribuir, de esa manera, a la paz social y a mejorar el marco de las relaciones laborales en el seno de la actividad involucrada".
Según fuentes de la industria, más de 40 buques están varados en las cercanías de los puertos de las provincias de Santa Fe y Buenos Aires a la espera de poder cargar la mercadería. Se estima que por cada día perdido, los barcos pierden entre USD 25.000 y USD 35.000 cada uno, dependiendo del contrato de venta en cuestión.
El gremio aceitero, que reclama por la falta de acuerdo en la negociación salarial, manifestó días atrás que "no hay ningún acercamiento" entre el aumento pretendido por sus representantes y la oferta empresarial. Así lo afirmó el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario (SOEAR), Marco Pozzi, quien señaló la semana pasada que "la discusión del sueldo viene desde hace un mes".
Pozzi puntualizó que los empleados pidieron "$1.550.000 de salario mínimo y vital para cubrir las necesidades a partir de julio", y añadió que no hubo acuerdo porque "las empresas vinieron con una propuesta después de tres reuniones que realmente era muy baja y no llegaba a $1.400.000".
El paro, que también incluye al Sindicato de Aceiteros de San Lorenzo (SOEA) y la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) apunta también a una compensación por la carga que implica el restablecimiento del impuesto a las Ganancias para muchos de sus miembros.
Los trabajadores exigen un 25% de incremento salarial sobre el 77% recibido hasta el momento, mientras que los empleadores ofrecen un 12% en agosto y un 5% en septiembre, que señalan que llevaría el aumento total al 94%. Además, remarcan que más del 60% de los aceiteros perciben sueldos superiores a $2,8 millones.
Por su parte, Pozzi rechazó que el sector esté en crisis y aseguró que "las empresas son las grandes ganadoras de este modelo" y "no los trabajadores", cuyo salario "representa menos del 1,5%" de su ganancia. Asimismo, subrayó que "no es que hubo reducción" de la actividad e indicó: "Es un freno por la especulación, no por falta de trabajo o materia prima".
Con respecto a la restitución de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancias, el secretario general de Aceiteros advirtió que el tributo "tiene un alto impacto" en su sector, ya que "hay un 80% que lo pagará". De todas formas, adelantó: "Será una pelea que daremos en otro momento, ahora estamos con la lucha de las paritarias".
Sobre esta situación, que afecta también la liquidación de divisas por parte de un sector clave de la economía, la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro Exportadores de Cereales (CEC) rechazaron la postura gremial y pidieron "volver a la mesa de negociación", asegurando que el paro nacional "no tiene fundamento".
La paralización de la actividad impacta en el comercio exterior y en los transportistas, ya que más de 10.000 camiones estuvieron varados hasta ahora en los principales puertos de exportación, provocando un costo mayor al millón de dólares diario.