Economía autorizó una suba del 2,5% para la luz y de 2,7% para el gas en las facturas de noviembre
Los incrementos en los servicios de energía, que se suman a una serie de aumentos previstos para el anteúltimo mes del año, se enmarcan en el objetivo del Gobierno de recortar subsidios y sincerar tarifas.
A la serie de aumentos de tarifas que tendrán lugar en noviembre, se suman los servicios de luz y gas que el mes entrante tendrán en sus facturas incrementos del 2,5% y 2,7%, respectivamente. La suba, autorizada por el ministerio de Economía, será formalizada en el Boletín Oficial de este viernes.
La actualización de los valores de la energía eléctrica y el gas natural se enmarca en el objetivo de la cartera liderada por Luis Caputo de recortar subsidios y de reflejar en las boletas los costos reales de producción.
De todas formas, debido a la intención de sostener la desaceleración de la inflación, el sinceramiento estaría por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que se estima que hubo en octubre y que se conocerá el próximo mes.
En el caso de la luz, el ajuste avanzará en sintonía con la actualización del Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST) y de un aumento del 6% en el transporte y la distribución, mientras que en el del gas, lo hará, en parte, de acuerdo al incremento propio del combustible.
La actualización del 2,7% en este último servicio se compone de un alza del 2% de su valor en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), que va a la par del dólar oficial, como así también de una suba del 3,5% en los cargos fijados por las empresas distribuidoras y transportistas.
Además de las tarifas de energía eléctrica y gas natural, ya estaba confirmado un incremento del 4% en las boletas de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA) para los usuarios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), por lo que la factura promedio pasará a ser de $19.621.
Asimismo, se prevé que las estaciones de servicio actualicen también hasta un 4% el litro de nafta y gasoil desde el inicio del nuevo mes, debido a la devaluación del tipo de cambio oficial, el posible aumento en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), el alza de los biocombustibles que informó el Gobierno y la suba del 7% del barril del crudo internacional Brent (pasó de USD 71 a USD 76) en el marco del conflicto bélico entre Israel e Irán.