Con el objetivo latente del equilibrio fiscal para fin de año, el Gobierno nacional informó que sobrecumplió la meta fijada con el FMI para el primer semestre de 2019 e hilvanó diez meses de triunfos en materia fiscal. Sin embargo, la entidad monetaria pidió más esfuerzos de cara al tercer trimestre. 

Siguiendo a rajatabla los lineamientos de Christine Lagarde -ahora reemplazada por David Lipton-, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne anunció que el superávit primario superó los $30.000 millones en los primeros seis meses del año (+0,1% del PBI), $10.000 por encima de lo que había estipulado el organismo financiero.

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"Es la décima meta fiscal consecutiva que cumple el Gobierno nacional, y la primera vez en ocho años que el sector público nacional no financiero tiene un primer semestre con superávit primario", indicó en conferencia de prensa. En los primeros seis meses de 2018, se había registrado un déficit de $105.825 millones. 

Más allá del entusiasmo que producen estos números en Casa Rosada, el FMI aumentó la exigencia para el tercer trimestre, de $60.000 a $70.000 millones. En abril, ya había reducido las metas para el segundo trimestre -de $40.000 a $20.000 millones-, por la recesión que padece el país. 

En ese entonces, Nicolás Dujovne pronosticó que en la segunda mitad del año la recaudación tributaria crecerá por sobre la inflación, un escenario clave para que el Ministerio de Hacienda cumpla con la promesa de alcanzar el déficit primario cero. Hasta el momento, acumuló 12 meses con caída en términos reales. 

Los datos se anunciaron en la antesala de un nuevo desembolso del FMI para el país, de US$ 5.400 millones, que totalizan US$ 44.500 millones respecto a los US$ 57.100 pactados en el acuerdo. 

En septiembre, poco antes de los comicios generales, llegaría otro tramo de US$ 5.400 millones, por lo que el gobierno de Mauricio Macri habrá absorbido más del 80% de los fondos estipulados hasta 2021 en un año y medio de gestión.