Luego de que Patricia Bullrich quedara fuera de la carrera presidencial y de cara al balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, la Fundación Mediterránea puso a disposición de ambos postulantes el plan económico impulsado por Carlos Melconian, quien hubiera sido el titular de la cartera de Hacienda en un eventual gobierno de la ahora excandidata de Juntos por el Cambio.

A través de un comunicado difundido este martes, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la fundación con sede en Córdoba informó: “Este ambicioso proyecto, en el que reunimos a los mejores especialistas en economía y reforma del Estado, ha sido un logro significativo en nuestra contribución hacia un futuro más próspero para nuestro país, y está a disposición del próximo Presidente de la Nación”.

El programa elaborado por Melconian junto a decenas de colaboradores tiene como ejes la estabilidad macroeconómica -en la que se incluye el famoso bimonetarismo, que implica la convivencia del peso y el dólar-, la reforma del sector público y la reorganización del sector privado.

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En el marco del primer punto, propone modificar el régimen cambiario para la convivencia de dos monedas, con el Banco Central como máxima autoridad monetaria del país. A su vez, el programa que hubiera aplicado Bullrich en caso de llegar a la Presidencia apunta a reducir el déficit a entre 3,5 y 4 puntos del Producto Bruto Interno (PBI), lo que implicaría una quita gradual de subsidios económicos, como así también la reducción de contratos y de gastos de los ministerios.

En cuanto al cepo al dólar y la corrección del tipo de cambio, cerca de Melconian mantenían la cautela y argumentaban que “habrá que ver cuál es el atraso cambiario y las reservas que existirán en el Banco Central” cuando finalice el actual Gobierno.

Respecto a la corrección de las tarifas de los servicios públicos, en los que la continuidad o no de los subsidios es materia de discusión, el plan económico de la Fundación Mediterránea profundizaría esta medida, aunque con la promesa de mantener la tarifa social para los sectores más vulnerables.

En tanto, la reforma del sector público incluye una revisión de los contratos de ferrocarriles, cuyo servicio de carga podría ser privatizado. La excepción a la privatización de empresas públicas sería la petrolera YPF.

El plan contempla, además, un achicamiento del 25% en la estructura de la administración pública nacional y una reforma previsional con un programa de pensión universal al adulto mayor en reemplazo de las moratorias. Asimismo, propone subir la edad jubilatoria e ir hacia la eliminación de los regímenes especiales previsionales.

Por último, la reorganización del sector privado implica una reforma laboral que, según los economistas mediterráneos, los empleadores ya realizaron al dar trabajo no registrado o por medio de la tercerización. Por su parte, para los productores que venden al exterior se propone terminar con las prohibiciones a las exportaciones y la retención producto de la brecha cambiaria.

El programa de Melconian supone un plan intermedio entre las propuestas económicas de los candidatos de Unión por la Patria y La Libertad Avanza, que son realmente antagónicas. 

Mientras Massa busca fomentar la reindustrialización del país, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas (pymes), la inserción laboral en empleos de calidad, el fortalecimiento del peso y el control estatal en el comercio exterior, Milei apunta a la dolarización de la economía, el achicamiento del Estado, la quita de subsidios, el arancelamiento de las prestaciones de salud y educación, el recorte del gasto público y la privatización de “las empresas públicas deficitarias”, según sostiene su propia plataforma electoral.