Luego de diez días de negociaciones, Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegaron a un entendimiento en la quinta revisión del acuerdo. El mismo establece un desembolso de más de 7.500 millones de dólares en agosto y otro en noviembre.

A su vez, el convenio aprueba que el Banco Central intervenga en el mercado para asegurar su normal funcionamiento. Además, los negociadores argentinos se comprometieron a reforzar las reservas internacionales y hacer un esfuerzo para mantener el déficit fiscal en 1,9%.

Como Argentina debe pagar el lunes 31 de julio y el 3 de agosto compromisos con el FMI, habrá operaciones puente con otros organismos multilaterales para poder abordarlos y seguir adelante con el programa garantizado por el FMI. 

Además el organismo señala que apoya las medidas anunciadas esta semana por el Gobierno argentino, vinculadas con el sector externo y fiscal.

“Las autoridades argentinas y el personal técnico del FMI han llegado a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la quinta y sexta revisiones en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo (EFF, por sus siglas en inglés) de 30 meses de Argentina. El acuerdo está sujeto a la implementación continua de las acciones de política acordadas y la aprobación del Directorio Ejecutivo del FMI, que se espera se reúna en la segunda quincena de agosto. Una vez completadas las revisiones quinta y sexta, Argentina tendrá acceso a alrededor de USD 7.500 millones”, sostuvo el Fondo en su comunicado oficial.

El ministro de Economía, Sergio Massa, consideró que el nuevo acuerdo con el FMI le permitirá al país "recorrer la segunda parte del año con mucha más tranquilidad".

"De alguna manera, (el acuerdo) nos permite recorrer esta segunda parte del año con mucha más tranquilidad, ya que lo electoral muchas veces genera dudas e incertidumbre", sostuvo el funcionario.

En declaraciones a la prensa, el además precandidato presidencial indicó: "Estamos ante una muy buen noticia, pero tenemos que tener claro que un país esté permanentemente teniendo que negociar con el FMI sus políticas, renegociar sus deudas, es producto de una decisión pésima del Gobierno anterior".

"Tomaron US$45.000 millones para financiar la salida del carry trade de los fondos de inversión de los Estados Unidos. Y eso no fue una cosa agradable", se quejó el jefe del Palacio de Hacienda, que luego remarcó que con el FMI "hemos definido un programa de metas de acumulación de reservas, de equilibrio en las cuentas públicas".

"En ese sentido, bajar retenciones a las economías regionales a partir de septiembre fue una medida saludada. Y administrar mejor las importaciones de bienes suntuarios también son parte de los objetivos y de las metas", resaltó.