Ajuste fiscal, regreso al Fondo y una autocrítica final: la estadía de Dujovne en el Gobierno
Nicolás Dujovne se hizo cargo del Ministerio de Hacienda en enero de 2017. En coordinación con Luis Caputo, quien fue designado ministro de Finanzas, reemplazaron al destituido Alfonso Prat Gay e iniciaron un arduo camino para reducir el déficit fiscal, luego de un 2016 con más de 40% de inflación y una caída del 2,3% en el PBI.
Unos días después de asumir, viajó a Davos para participar de una nueva edición del Foro Económico Mundial y al regresar se encomendó a ajustar el gasto público, profundizando el recorte de subsidios y los aumentos de tarifas en los servicios. En julio de 2017, mostró orgullo por sobrecumplir las metas de déficit primario estipuladas para el primer semestre.
En su primer año en el cargo, la economía nacional creció en 2,9% y la inflación cerró en 24%. Además, impulsó las reformas tributaria y previsional, aprobadas en el Congreso, así como el acuerdo junto a las provincias que derivó en la Ley de Responsabilidad Fiscal.
Sus planes se desmoronaron con la corrida cambiaria de abril de 2018, que obligó al Gobierno a pedirle un préstamo de US$ 57.100 millones al Fondo Monetario Internacional. Dujovne se comprometió a alcanzar el equilibrio fiscal como máxima inobjetable y creó una estrecha relación con la exdirectora del organismo multilateral, Christine Lagarde.
A lo largo de los dos años y ocho meses de gestión, trabajó con tres presidentes del Banco Central: Federico Sturzenegger, quien lo acompañó a Washington para cerrar el primer acuerdo- Luis Caputo -se marchó tras la corrida cambiaria de septiembre de 2018, que motivó el recorte del gabinete- y Guido Sandleris.
En contraste con 2017, el año siguiente finalizó con la inflación más alta desde 1991 -superior al 57%-, caída del PBI en 2,5%, una profunda recesión que afectó a todas las ramas de la economía -la industria, la más afectada, con la capacidad instalada en niveles similares a los de 2002-, desempleo por encima de los dos dígitos y mayor pobreza e indigencia. A su vez, debió volver a imponer las retenciones al campo para paliar la crisis.
La aplastante derrota electoral lo eyectó del cargo. Semanas previas a las PASO, Dujovne les había prometido a los agentes financieros la reforma laboral y aseguró que Macri no tendría problemas para vencer en primera vuelta.
La batería de medidas anunciadas por el presidente esta semana, con el consiguiente costo fiscal que le significarán al Estado y las complicaciones en alcanzar el equilibrio fiscal, fue el último eslabón de una salida que tras el resultado del domingo se tornó previsible.
Presentó la renuncia el lunes y la volvió a dejar a disposición el viernes, luego de que le fuera rechazada. Se despidió con una fuerte autocrítica: "Hemos cometido errores, que nunca dudamos en reconocer e hicimos todo lo posible por corregir".