A contramano de Sandleris, presenta la UIA un proyecto por los efectos de la crisis
Aunque se anote cierto éxito en el combate contra la volatilidad del dólar, el plan del Banco Central guionado por el FMI y ejecutado por Guido Sandleris no contempla la variable del humor social, que le puede poner fecha de caducidad mucho antes de lo que el nuevo presidente de la autoridad monetaria imagina. El sector de los industriales se divide entre aplausos y críticas, por un lado los que exportan caro y, por otro, los que ganan cuando hay consumo interno, hoy paralizado por una recesión sin precedentes.
La actividad industrial cayó en agosto por cuarto mes consecutivo en términos interanuales y acumula en el año una contracción de 0,8%. En ese contexto, la Unión Industrial Argentina (UIA), negocia en el Congreso un paquete de medidas para suavizar los efectos que la actual coyuntura de baja actividad y altas tasas de interés.
La batería de medidas tiene como objetivo priorizar la producción y el empleo y deberían ser adheridas al presupuesto 2019. El documento de la UIA contiene varias propuestas: reducir los derechos a la exportación, mantener la baja en el impuesto a Ingresos Brutos hasta alcanzar la exención industrial en 2022, el ajuste por inflación de los balances empresariales y que se postergue la baja en las contribuciones a la seguridad social. Además, pidieron mantener los beneficios de la reforma tributaria en cuanto al impuesto al cheque.
Además, los industriales buscan que el Gobierno evalúe las situaciones sector por sector y que ayude a paliar los efectos de la crisis en los más golpeados, como es el caso del automotriz. La Cámara del Comercio Automotor informó ayer que durante septiembre se vendieron en el país 141.618 vehículos usados, lo que representó una baja de 11,8 por ciento con respecto a igual mes del 2017, cuando se comercializaron 160.561 unidades.
En el mismo sentido, algunas empresas que tenían deudas en dólares e ingresos en pesos entran en una etapa crítica y quedan al borde de la quiebra. Tal es el caso de la azucarera Ledesma, que explicó que a mayo de 2018 "el 66% del total del endeudamiento de la compañía era en moneda extranjera, mientras que sus ingresos en moneda extranjera representaban un 20%”. Al día de hoy, el pasivo se incrementó sustantivamente en términos reales.
Las proyecciones de caída de la economía son cada vez más grandes. Ahora, el Banco Mundial prevé que el PBI se achicará 2,5% este año. Sin embargo, es más optimista que el Gobierno para 2019, año en el que asume una recuperación de 1,6%.