Carlos Melconian figura en la lista de nombres que podrían ocupar el "superministerio" de Economía que imagina Alberto Fernández en caso de que se repita la tendencia de las elecciones PASO. El economista que quiso dirigir la cartera durante el Gobierno de Mauricio Macri pero se chocó con un oficialismo que no estaba dispuesto a hacer el ajuste que desde Macroview, la consultora que maneja junto a Rodolfo Santángelo, advertía que era necesario hacer para equilibrar los desajustes de las principales variables del país.

El extitular del Banco Nación sostuvo que "hay que terminar con la grieta económica" y pidió que todos "nos tenemos que poner de acuerdo con principios básicos porque de esto no se sale con una persona sola". Además, reconoció que mantiene "un diálogo fluido" con Alberto Fernández desde 2005 e insiste en que "lo más importante es decir la verdad sobre dónde estamos parados, aunque a la gente no le guste escucharlo".

"Yo reivindico el gradualismo -dijo-, pero lo que hubo en el gobierno de Macri no fue gradualismo, fue inacción". Indicó que ha sido "muy crítico con la herencia" porque consideró que "era muy pesada", pero advirtió que "simultáneamente hay que agregar el tema de la mala praxis".

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"Como presidente del Banco Nación ya lo había hecho público, no es que me monto a la oleada de críticas luego de las PASO. En general, los ministros de Economía -espero no caer en el mismo error si me toca algún día- se arrepienten fuera de tiempo o tratan de defender el papel que les tocó. No es algo que me caiga bien", aclaró en declaraciones a Infobae.

Tenemos que salir de la grieta económica, basta de gradualismo, shock o keynesianismo. Eso quedó obsoleto", fundamentó; y aseguró que "el crédito va a tardar en volver", pero señaló que "lo que no podemos perder es el crédito de la palabra. A la gente no se le puede mentir, hay que decirle las cosas como son; primero queda shockeada pero va a ser siempre preferible".

Respecto a lo que se viene, anticipó que "la Argentina deberá ir a un proceso de reestructuración" y aclaró que "no existe el concepto de canje amigable. Si tenés un problema fiscal, cuando vas a un proceso de renegociación tenés que conseguir una mejora, si no, no sirve". "Argentina tiene historia de sentimientos negativos que se revierten a partir de la acción. Nunca he creído en las reversiones solo por expectativas. Sucede y ayuda, pero luego deben venir los fundamentos".

"Cuando la reversión viene solo por expectativa no me gusta mucho. Prefiero que suceda sobre bases sólidas. El primer tipo que estaría con temor por una reversión solo por expectativa soy yo. Si no está realmente fundado el cambio de expectativa, es peor", manifestó.