La ropa fea es tendencia en todo el mundo. Desde zapatillas aparatosas que recrean las que usaban nuestros padres en los ochenta, hasta la ropa inspirada en los escaladores de montaña que han sido furor en las pasarelas de los últimos años. Los centennials no temen vestirse de manera contraria a la que indica el barómetro histórico del buen gusto. Tanto es así, que la gala del MET de 2019 homenajeará a la estética “Camp”, una sensibilidad que recupera el humor y la ironía y que está directamente relacionado con el “kitsch”. 

La pensadora norteamericana Susan Sontag, que escribió la mayoría de sus ensayos en pleno auge de los movimientos contraculturales de los sesenta, publicó en 1964 “Notas sobre el Camp”, en donde analiza una serie de ofertas culturales de su época que podrían ser catalogadas como populares y grotescas. Sontag afirma: “Me siento fuertemente atraída por el Camp y casi tan fuertemente ofendida por él”. El gusto nada tiene que ver con la razón cartesiana, sino que se relaciona, según la autora, con toda “respuesta humana libre”, hecho por el cual hay gusto por la moralidad, por las ideas, por la gente y por lo visual.   

Fuente The Cut.

La palabra Camp viene del francés Camper que significa “posar de una manera exagerada”, y se propone cuestionar los opuestos mediante los que se percibía el arte tradicional: lo frívolo y lo serio, lo trivial y lo profundo, lo popular y lo culto, lo banal y lo elevado. En la eliminación de esta oposición se establece la esencia de lo Camp. De ahí que la consigna de los campys sea “es bello porque es horrible”. En este sentido, Kanye West llevando chancletas de playa con medias es la imagen visual moderna que representa a la perfección este concepto, y confirma que la elección de esta temática de parte del MET resulta justificada por el abanico de posibilidades que abre.

Fuente: Siete24. Harry Styles para Gucci.

El “feísmo” es novedoso en la moda, pero ha sido un elemento recurrente para los artistas que han utilizado esta estética con el fin de poner en evidencia los elementos “desagradables” de la sociedad. Formatos diversos como la novela realista o la picaresca han servido para representar el humor y la ironía, pero la industria de la moda se ha tomado históricamente demasiado en serio a sí misma.

Fuente: Evening Standard. Kanye West sandalias con medias y traje.

Sin embargo, hubo algunas figuras aisladas que han creado sentido a través del “feísmo”, como la diseñadora japonesa Rei Kawakubo, creadora de Comme des Garcons, que ha logrado romper los límites paradojales establecidos entre oriente y occidente, la moda y la antimoda, lo antiguo y lo moderno, y reivindicar el cuerpo femenino desde un lugar diferente al estereotipado. 

Fuente GQ. Campaña Balenciaga.

De las marcas actuales, no podemos dejar de mencionar a Vetements y Balenciaga, a cargo de Demna Gvasaglia, y a Off-White de Virgil Abloh. Si tuviéramos que listar los elementos que representan a los jóvenes en la moda contemporánea, en el marco de la tendencia “feísta”, no podríamos dejar de mencionar los pilotos de lluvia y los sombreros piluso, el neón, el calzado “ortopédico”, los jean de pierna recta, las chombas, las remeras de empresas “poco fashionistas” (como DHL o Ikea), los bolsos de compra de supermercado, sandalias con medias y riñoneras. 

La gala del MET tendrá lugar el 9 de mayo del año que viene. Su anfitrión será el cantante Harry Styles, un fiel exponente de la generación representada por estas ideas, lo que resulta sensato teniendo en cuenta que acaba de protagonizar la última campaña de Gucci rodeado de cerditos y ovejas. La nueva estética es irónica, se ríe de sí misma y de la impostura del universo fashionista, no tiene pretensiones morales, sino que propone cierto sadismo. Del sadismo de los cuerpos perfectos al sadismo de la moda irónica, un gesto revolucionario para una industria considerada frívola pero que interpreta los deseos generacionales con mucha precisión.