Un comercial de la empresa deportiva Nike para México se volvió viral en las redes sociales argentinas. Chicas jóvenes, hastiadas por un embotellamiento de tránsito que no las deja avanzar, salen de sus autos y empiezan a correr hacia adelante, mirándose con complicidad unas a otras.

En el trayecto, una mujer con traje de oficina cabecea una pelota, una boxeadora les allana el camino y el final feliz las muestra saliendo de la congestión vehicular a caballo y con un pañuelo verde en el cuello, signo que muchos codificaron como una señal a la pelea por el aborto en Argentina. La placa final reza "juntas imparables".

La pregunta que surge ante la algarabía que generó el comercial entre tantas mujeres es ¿alcanza con que una marca de indumentaria haga una campaña de marketing "feminista" para que lo sea? El marketing es una estrategia de comunicación propia del sistema capitalista cuyo único objetivo es la generación de ventas, la ganancia monetaria y el posicionamiento de una empresa respecto de sus competidores.

¿Alcanza con que una marca de indumentaria haga una campaña de marketing “feminista” para que lo sea?

No hace falta decir que Nike es una empresa que representa esos intereses, y más: el año pasado 500 trabajadoras camboyanas de sus talleres debieron ser hospitalizadas por desmayos debido a las extensas jornadas laborales a las que son sometidas en climas de calor extenuantes; este año, 11 ejecutivos de la empresa (incluyendo mujeres) tuvieron que abandonar sus puestos debido a la serie de denuncias por acoso laboral y maltrato a mujeres trabajadoras de la compañía.

Pero volvamos al comercial. En las redes sociales, muchas celebraron el corrimiento del estereotipo femenino de las actrices elegidas pero lo cierto es que las chicas que corren y que "quieren llevarse puesto al patriarcado" son jóvenes, flacas y agradables.

Para una publicidad de este estilo, es evidente que no contratarían a Karlie Kloss, una modelo de Victoria Secret que mide 1.85 y trabajó con ellos hasta 2015, pero no podemos obviar que la mujer que atiende el puesto de comidas es una trabajadora que mira la escena pasar ante sus ojos como si no entendiera nada ¿esa mujer y el resto de las trabajadoras gordas y de mediana edad no están incluida en las luchas sororas?

Nike y feminismo no van de la mano: el comercial que se viralizó en las redes

Otro elemento curioso del comercial (además de que las zapatillas de la corredora protagonista son rosas) es cuando llegan al obstáculo mayor, una obra pública, obreros trabajando que impiden el paso. Sí, un hombre trabajador es el impedimento para avanzar. No son los gerentes de las grandes empresas ni los políticos.

Este gesto simbólico ¿no es acaso un síntoma de lo que representa cierto lifestyle feminista que pone el ojo en el tipo de consumo que hacen las mujeres y deja librada al azar la lucha de clases? ¿Cómo se piensa el consumo feminista, que parece tan importante en esta lucha, dentro de un sistema capitalista? ¿Es tan difícil ver que Nike pelea por sus ganancias y no por los derechos de las mujeres?

Las mujeres realizan el 70% de las compras a nivel mundial, motivo suficiente para que las marcas se interesen por captar ese segmento con sus estrategias de marketing (no lo enumeré más arriba pero el marketing también se ocupa de hacer focus group y análisis de mercado para saber qué quieren los consumidores).

El feminismo y el capitalismo son conceptos opuestos, no hay maridaje posible ahí. Si la remera la hizo una mujer trabajadora en negro en un taller clandestino, querida amiga, usted no es feminista.

Después de las denuncias de maltrato, del episodio de Camboya y de nuevas denuncias sobre explotación de niños en sus talleres, los ejecutivos de Nike informaron que su segmento de interés para los próximos años serían las mujeres y las personas de color, estimando un crecimiento del 60% de sus ventas de la mano de este público destinatario para el 2020.

Lo preocupante es que las empresas "leen bien" lo que quiere su público. Hubo cataratas de comentarios de feministas que compartieron el comercial y anunciaron que iban a ir corriendo a comprarse las zapatillas.

El feminismo y el capitalismo son conceptos opuestos, no hay maridaje posible ahí, pero teniendo en cuenta que es el sistema en el que nos toca vivir a todos, tenemos que encontrar la forma de resolver la contradicción de querer usar una remera con la leyenda "We all should be feminists" o "Women empowerment" sin obviar las condiciones de producción. Si la remera la hizo una mujer trabajadora en negro en un taller clandestino, querida amiga, usted no es feminista.