Al comienzo de esta semana, Cristina sorprendió con el lanzamiento de su libro. Paradójicamente la salida coincidió con el peor día de la gestión presidencial de Mauricio Macri.

La suba conjunta del riesgo país y del dólar evidenció que el mercado ya no confía en él y que el Círculo Rojo ya le soltó la mano. En contraposición, la imagen de la ex presidenta mejora y ya hay encuestas que la ubican muy por encima del presidente en una eventual elección.

En este marco, salió a la venta Sinceramente y se agotó en unas pocas horas, lo que marca la vigencia de la senadora nacional. Que eligió esta forma para romper el silencio estratégico que venía siendo su táctica en el último tiempo.

En el libro, que no es una autobiografía, Cristina va relatando sucesos de su vida personal, de su carrera política y, a su vez, tiene una profunda crítica a la gestión macrista, a los medios y a lo que ella denomina el "Partido Judicial” que la hostiga sistemáticamente.

La obra hace las veces de un diagnóstico de la situación. Un repaso por su vida y una forma de repensar Argentina. Denuncia fuertemente la persecución política a la que es sometida ella y su familia desde la llegada de Cambiemos al poder. A su vez, es muy certera en las críticas a Mauricio Macri al que no le tiene piedad y lo define como el caos.

Por otra parte, se permite mostrar tal cual es, la mujer detrás de todo. La Cristina estudiante, esposa, madre, abogada, compañera, legisladora, presidenta, viuda, abuela, ex presidenta y la mujer que esa mañana del 10 de diciembre se levantó sola, con dolor de estómago, como un preanuncio de todo lo que vendría después.

Al mismo tiempo, su relación con Néstor Kirchner ocupa un lugar central. Él está presente todo el tiempo en el libro.

A través de sus páginas, Cristina hace contraste entre los 12 años de gobiernos kirchneristas y el mandato de Macri. Por momentos la comparación es directa, en otras funciona como un tiro por elevación y a veces es a libre interpretación del lector.

En definitiva, hay un fuerte componente simbólico comparativo entre la Argentina K y la Argentina de Macri. Sinceramente propone una mirada, un diagnóstico: "Hoy el país está en completo retroceso económico político, económico, social y cultural”.

Lanzamiento de candidatura o no, Cristina sienta las bases de lo que ella quiere para Argentina en el futuro. Sabe que lidera la esperanza de millones de argentinos y eso la pone en la obligación de formar parte, desde el lugar que le toque, de la reconstrucción de un país que Macri deja en llamas. Cristina dice acá estoy, esta mujer soy, y ahí vamos. Tenemos que volver, porque así no va más.