El presidente de nuestra República Bolivariana de Corea del Norte anunció hace unas semanas atrás una serie de importantes reformas, las cuales ya cuentan con el aval de la Confederación General del Trabajo (en el caso de la reforma laboral) y el de los gobernadores (reforma tributaria). Como bien se sabe, alguien tiene que ceder: ¿quiénes ganan y quiénes pierden? ¿Cómo seguirá la lucha en el Congreso Nacional?

Nuestro líder supremo, Mauricio Macri, durante la presentación de los "consensos básicos" fue muy claro: todos van a tener que ceder un poco, empezando por los más privilegiados. En ese sentido mencionó a las universidades, "en diez años la planta de personal docente y no docente, la oferta académica y el número de universidades aumentó en promedio más del 30%, pero la matrícula de estudiantes solo aumentó el 13%”, aseguró Macri.

Siguiendo esa línea, destacó que las obras sociales y los sindicatos "llaman la atención” por su cantidad. Sobre los sindicatos, dijo que "no puede ser que haya más de 3 mil en la Argentina”. Con respecto al sistema jubilatorio, el líder consideró con indignación que "esconde serias inequidades si no es sustentable, a mi entender, no debería haber jubilaciones de privilegios, ni regímenes especiales que, por ejemplo, habiliten sin justificación a que algunos se jubilen a las 40 o los 50 años, mientras otros tienen que trabajar hasta los 65”.

Si hacemos un repaso de lo mencionado por el primer mandatario tenemos a docentes, no docentes, estudiantes, trabajadores y jubilados. Como todos sabemos, estos son los factores de poder que impiden la consolidación del cambio en el país, claramente.

Todos van a tener que ceder un poco, empezando por los más privilegiados: docentes, no docentes, estudiantes, trabajadores y jubilados.

Toda decisión política implica que alguien gane y otro pierda. En el caso de la reforma tributaria, los que pierden serán los jubilados, mientras que por el lado de la reforma laboral, los perdedores serán los trabajadores. La cuestión es muy simple, en el juego donde todos ceden un poco a los empresarios se les hará más fácil despedir, para los trabajadores será más fácil ser despedidos, y los abuelitos ganarán menos: de esta forma se generará más empleo, ¿qué parte no se entiende?

Se estima que el pase por el Congreso Nacional de los proyectos enviados por el ejecutivo no sea fácil, pero que, con billetera, látigo y la fuerza del carpetazo se terminarán aprobando con la modificación de dos comas y un punto, un verdadero galardón de la oposición-oficialista.

Uno de los puntos más polémicos que Guillote Moreno de las reformas es la nueva fórmula de actualización de las jubilaciones. Según estimaciones, los aumentos pueden llegar a $36, es decir a una porción de pizza, digamos todo. En consecuencia, el ex titular de la Anses y actual diputado nacional, Diego Bossio, ya adelantó que será implacable en la negociación y dejó saber que si no le ponen dos docenas de triples sobre la mesa no piensa sentarse a hablar del tema.

Por su parte, otra figura política que expresó sus quejas fue la saliente diputada Margarita Stolbizer, quien criticó las reformas impulsadas por el gobierno nacional pero afirmó que, de todos modos, con Cristina serían peor. Consultada por su nueva vida fuera del congreso, la dirigente del GEN sostuvo que seguirá hablando pestes de la ex mandataria, como hasta ahora.

Bossio adelantó que será implacable en la negociación por las reformas: dos docenas de triples para sentarse a hablar del tema.

En este marco, el ex candidato a senador nacional, Florencio Randazzo, también se refirió al tema y dijo que… ah, no, en realidad no dijo nada, mala mía. Precisamente por este motivo, desde el kirchnerismo, ya evalúan decir que los proyectos son impulsados por la ex presidenta y así conseguir que el ex ministro del Interior y Transporte critique las nuevas reformas.

La noticia alentadora es que luego que se aprueben los proyectos del gobierno llegará la tan esperada lluvia de inversiones. Esa misma que Macri había prometido en campaña para cuando apenas asuma, que luego se pospuso para los primeros 100 días, y que bueno, por esas cosas de la vida, hubo que dejarlo para después del pago a los fondos buitre… ah, bueno, tampoco pasó, pero bien que el segundo semestre… bueno, pero esta vez estamos confiados en que sí, ¿o no?

Siempre es bueno recordar una tragedia griega para desdramatizar lo que vendrá. Cuenta el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que "a comienzos de los años 90, los mercados se encontraron a todo el mundo postrado a sus pies, dispusieron una gran mesa e invitaron a todos al festín. De los millones de comensales, muy pocos comprendieron que el menú les incluía a ellos mismos. Sus trabajos, sus pensiones, su asistencia médica: su dignidad, su futuro. Entonces llegó la gran crisis”. Para tener en cuenta.