El peronista mejor vestido
Estamos muy cerca de las elecciones y el tablero está muerto. La semana pasada, el hijo de Giaccobe dijo que creía que la oposición dividida en pedazos se debe a que nadie está muy interesado en agarrar un país que va a estar listo y a punto caramelo para devaluar, mega emitir y un seguro default. Dado eso, el peronismo actual tiene la menor vocación de unión que se ha visto en la historia.
Hace tiempo declaré en Twitter que "el camino del liberal argentino es seguir al peronista mejor vestido". No solo fue una fuerte referencia a lo que fue ese peronismo "ilustre" que encaró el Dr. Carlos Menem, dejando de lado la parafernalia de trinchera y tercera posición y subiéndose al carro de la única posición posible con el comunismo de la guerra fría derrotado en toda línea.
Si hay dos posiciones, podés optar por una tercera que vaya por el medio; pero si queda una sola te quedaste sin cancha.
Néstor Kirchner, en consonancia con su famosa frase "la izquierda da fueros" se dispuso a parir, junto a Chávez y Evo, esa suerte de segunda posición del subdesarrollo antiimperialista que jamás le hizo cosquillas al "imperio" y como resultado nos hundió a todos en pobrezas y aniquilaciones culturales de las que después de 15 años parecería imposible salir.
El menemismo abandonó la tercera posición peronista para subirse a un proceso exitoso de reconstrucción del Estado, mientras que el kirchnerismo abandonó su tercera posición para subirse a una fracasada reconstrucción de Latinoamérica.
El menemismo abandonó la tercera posición peronista para subirse a un proceso exitoso de reconstrucción del Estado.
¿Y los ineptos del 2019 a que juegan? Cuando mis coleguitas liberales me preguntan quién es "el peronista mejor vestido" -al ver que nuestros candidatos liberales se olvidaron que en una democracia para aparecer en una boleta necesitas un partido- les respondo que no hay. Hoy los ineptos están siendo victimas de consultores que los están estafando: los hacen grabarse escuchando música en el auto, los disfrazan de seda, pero quedan...
Están a favor de todo lo bueno y en contra de todo lo malo, no son capaces de esbozar una sola idea respecto a la geopolítica mundial. Por ejemplo, no tengo dudas de que Perón se hubiera subido al carro de la derecha antiintegrista, antihumanista y antiglobalización que de a poco revive en Europa, con la bendición de Putin.
Pero estos peronistas no tienen ni la más mínima ni meridiana idea de quién es Salvini en Italia, Duterte en Filipinas y apenas conocen algo de Bolsonaro por proximidad, aunque se golpeen la cabeza para entender cómo alguien con tanta fuerza tiene un proyecto ultra neoliberal, viendo toda la lástima que damos los mismos liberales en Argentina.
Si un peronista quiere ganarle a la impresionante maquinaria electoral que Cambiemos tiene armada en cada provincia con una verticalidad marcial, va a tener que vestirse bien. No solo porque el mundo esté lejos del Chávez del 2005 que admiraban los Kirchner, sino porque este Gobierno no ajustó ni una moneda, al contrarió agrandó el Estado a casi el doble que lo que recibió del régimen.
Sabemos bien que el peronista funciona cuando alguien hizo antes los deberes; y cuando ese alguien no apareció entonces se convierte en un ejemplo del liberalismo mundial como fue la experiencia Menem.
Si le toca a uno de los ineptos actuales que salen en remeritas y se filman escuchando Arjona, van a tener que venir a preguntarnos a nosotros, los liberales, cómo se sale de esto. En definitiva, una sumatoria de ineptos.