Gianni Infantino está decidido a cambiar el paradigma de los mundiales de fùtbol. En línea con la reforma que pretende para el Mundial de Clubes, el presidente de la FIFA confirmó que en junio adoptará una determinación final respecto a la posibilidad de que el Mundial de Qatar 2022 se dispute con 48 equipos. ¿Cuáles serían los puntos esenciales del nuevo sistema de competencia?

Pedido de la Conmebol

La FIFA había aprobado en enero de 2017 la modificación en la cantidad de seleccionados participantes -de 32 a 48-, y estipuló su implementación para el campeonato de 2026 que alojarán Estados Unidos, México y Canadá. Sin embargo, hizo lugar al petitorio del ente rector del fútbol sudamericano, que en abril de 2018 planteó poner en marcha el nuevo formato en el Mundial que se avecina.

Más plazas para cada confederación

Con el aumento en la cifra de participantes, el torneo contaría con 16 partidos más -de 64 a 80-. La UEFA -elevaría de 13 a 16 el número de selecciones- fue la única que se mostró contraria a la amplitud de cupos para las federaciones, debido a que se desarrollaría en plena temporada europea.

África tendría 9 plazas -respecto a las 5 actuales, sería la más beneficiada con la restauración-, Asia 8 -ahora 4-, Sudamérica 6 -4 actuales-, Norte y Centroamérica 6 -3 en el presente formato- y Oceanía obtendría su primer cupo en la historia. Los dos lugares restantes se dirimirían mediante un repechaje entre seis equipos, uno por confederación.

Grupos de tres selecciones y eliminación del empate

El sistema actual de disputa -que contempla ocho grupos clasificatorios con cuatro equipos en cada uno-, mutaría en 16 zonas de tres selecciones, donde los dos primeros clasificarían a los 16vos de final.  

En la fase de grupos, la FIFA analiza impedir los empates para conjurar arreglos de partidos que puedan afectar la transparencia de la competición. En caso de una igualdad, todos los encuentros se definirían por penales. 

€350 millones extras

Ese sería el monto en el que se incrementarían los derechos de televisación, por los que la entidad que preside Infantino percibiría €6.500 millones en total -US$ 7.374 millones-. El Mundial se jugaría entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre de 2022, lo que representa una duración de 28 días, la misma cantidad que en el formato actual. ¿Los perjudicados? Los seleccionados, que tendrían menos días de parate entre los partidos. 

Dos estadios más y un conflicto político

Para cristalizar su principal ambición, Infantino dejó en claro que el certamen deberá tener dos canchas más de las ya previstas. En este sentido, emergió la idea de que algún país de la región aporte las dos edificaciones restantes.

Empero, Arabia Saudita, Bahrein, Egipto y los Emiratos Árabes han desechado esa posibilidad por considerar que Qatar respalda a grupos terroristas. Omán y Kuwait se perfilan como coorganizadores, excepto que el anfitrión decida hacerse cargo de las construcciones faltantes. 

"Conocemos la situación de la región. Qatar está abierto a esa opción -la ampliación de 32 a 48 selecciones- y veremos lo que se puede hacer. Exploraremos las posibilidades y en junio habrá una proposición al Congreso", afirmó Infantino.

La decisión final se anunciará el 5 de junio, día en el que la máxima autoridad del fútbol mundial será reelecto presidente, luego de que no recibiera ninguna lista opositora.