Kyle Walker no solo es un habitual protagonista de los medios deportivos ingleses por su calidad como futbolista. Hace unos meses, su nombre invadió las páginas de sociedad después de que se descubriera que el lateral de Manchester City llevaba una doble vida. Las consecuencias de este particular escándalo han tensado y enrarecido el ambiente que rodea a la Selección de su país que este domingo jugará ante España la final de la Eurocopa de Alemania.

El caso explotó el año pasado, cuando salió a la luz que el futbolista de 34 años, quien tiene 4 hijos con Annie Kilner, su novia desde los 17, desarrollaba una vida paralela con Lauryn Goodman, con quien tuvo dos hijos más.

Cuando le estalló la bomba, Kilner lo echó de su casa, aunque, según el diario The Sun, pocos meses después la pareja se reconcilió.

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"El único culpable soy yo. Tengo roles y responsabilidades de las que soy consciente y me equivoqué. Necesito reconocer mis errores, se lo debo a todos. Mis acciones han causado mucho dolor a mucha gente. Lo siento porque, como familia, esto no debe suceder", admitió el defensor en enero de este año en declaraciones al mismo medio periodístico.

Lo curioso del caso es que sus dos mujeres han viajado a Alemania con sus respectivos hijos para alentar a Walker en esta edición de la Euro, por lo que la seguridad de la Selección inglesa se ha visto obligada a tomar medidas para que Kilner y Goodman no se crucen para evitar conflictos.

En ese sentido, a Goodman se le prohibió ingresar a la zona de la tribuna en la que se ubican las parejas y demás familiares de los jugadores. Fuera de ella, uno de los hijos que esta mujer tuvo con el lateral derecho luce una camiseta número 2 de Walker y con la inscripción "Papá" en su espalda.