El regreso de Rojo, 10 años después: los goles en Mundiales, su fanatismo por el club y la dupla con Mascherano
Los hinchas del Manchester lo despidieron con tristeza. La trayectoria del joven que debutó en forma prematura y se convirtió en jugador de Selección.
Estudiantes de La Plata confirmó que, por escándalo, fue el mejor equipo en el mercado de pases del inicio del 2020. Luego de concretar el retorno de Javier Mascherano al fútbol argentino después de 15 años de carrera en el exterior, y de sellar tanto el arribo del volante Lucas Rodríguez como el de los delanteros Martín Cauteruccio y Mauro Díaz, el Pincha formalizó esta mañana el regreso a la institución de Marcos Rojo, un hijo pródigo del club.
La presentación del defensor ante su gente será este sábado por la tarde, cuando el equipo de Gabriel Milito reciba a Unión en el remodelado estadio de 1 y 57, por la fecha 18 de la Superliga.
Fanático de Estudiantes, Rojo hizo todas las inferiores en la entidad de La Plata y debutó en Primera en 2008, de la mano de Alejandro Sabella. Su figura fue clave en la última etapa gloriosa del club. Integró el plantel campeón de la Copa Libertadores 2009 y el Torneo Apertura 2010. Además, fue titular en aquella final del Mundial de Clubes ante el Barcelona de Pep Guardiola, en la que los platenses estuvieron a minutos de lograr la mayor hazaña de su historia.
“Fue algo muy rápido lo de Marcos, porque fue uno de los pocos chicos que no tuvo adaptación a Primera. Al poco tiempo se consolidó como titular y realizó un torneo bárbaro. Era un chico callado, los grandes lo adoptamos y él se adaptó muy bien a nosotros. Lo cargábamos un poco por su fanatismo extremo por el club. Tuvo la suerte de irse a Europa, le tomé un gran aprecio como compañero”, recuerda Leandro Chino Benítez ante la consulta de El Canciller. El volante zurdo, magnánimo en la pelota parada, era el cuarto mosquetero del mediocampo que componían Enzo Pérez, Rodrigo Chapu Braña y Juan Sebastián Verón. Emblema de aquel equipo, hasta hace poco comandó al plantel profesional, previo a la llegada de Milito.
Rojo fue transferido al Spartak de Moscú en 2010, con tan solo 20 años. Su buen nivel le valió ser convocado por primera vez a la Selección Argentina, que en ese entonces dirigía Sergio Checho Batista. Disputó la Copa América de 2011 y tras la salida del entrenador y el posterior inicio del ciclo Sabella, se convirtió en una pieza fija en el conjunto albiceleste.
En 2012, arribó al Sporting de Lisboa, donde jugó a lo largo de dos años. Llegó al Mundial de Brasil sin mucho rodaje y con varias críticas de la prensa. Sin embargo, allí comenzó a construir una personalidad dentro del seleccionado. En aquella Copa del Mundo, la rabona ante Bosnia en el primer partido de la etapa de grupos, el gol con la rodilla frente a Nigeria y el caño que le propinó a Robben en las semifinales con Holanda quedaron inmortalizados en el inconsciente colectivo.
El brillo en ese certamen le permitió saltar al Manchester United, donde permaneció hasta este miércoles, cuando asistió al Etihad Stadium para presenciar el clásico ante el City por la semifinal de la Copa de la Liga. Luego de que los Red Devils oficializaron la noticia del retorno a Estudiantes, la mayoría de los hinchas lo despidió con tristeza en las redes sociales. Incluso recordaron, entre risas, la hilarante foto que posteó hace unos años de un desayuno en el que se le quemaron todas las tostadas. En Manchester ganó una UEFA Europa League, una FA Cup, una Copa de la Liga y una Supercopa inglesa.
Su mote de jugador de selección lo terminó de ratificar en Rusia, cuando convirtió el infartante gol que le permitió al equipo de Jorge Sampaoli clasificar a los octavos de final. Otra vez lo sufrió Nigeria, pero de volea y tras un centro de Gabriel Mercado, cuando el partido se moría y la Argentina se acercaba al papelón de ser eliminada en la fase preliminar.
El regreso a Estudiantes, a préstamo y por seis meses, había sido confirmado el miércoles por su madre. “Llegó el día, volvés a casa, cuánto tiempo soñando con este momento. Bienvenido a tu lugar, a los brazos de mami que tanto te extrañó. Te deseo lo mejor en tu vuelta a tu querido club, que dios te bendiga y te ilumine, te amo con el alma”, escribió.
Consultado por la sociedad que pueden crear Rojo y Mascherano en el equipo, Benítez confía en que le aportarán experiencia y jerarquía al plantel. “Pienso que se va a adaptar bien Marcos, tiene sentido de pertenencia. Esperemos que su llegada, como la presencia de Mascherano, ayude al equipo a competir. Creo que Estudiantes está para hacer una buena segunda parte en el torneo. Puede terminar en los primeros planos. También debe apostar a la Copa de la Superliga”, cerró.