En el encuentro que protagonizaron Central Córdoba y Atlético Tucumán, en Santiago del Estero, se demoró poco más de media hora luego de que los hinchas protagonizaron un nuevo hecho de violencia en el fútbol argentino cuando transcurrían 10 minutos de la primera etapa.

El partido que contó con la presencia de los simpatizantes locales y los denominados neutrales que siguieron de cerca al elenco de Tucumán, escribieron un nuevo hecho de violencia en la Liga Profesional 2023, en el marco de la última jornada del mencionado certamen.

En los primeros instantes del cotejo, la transmisión oficial del mismo informó sobre los incidentes que se comenzaron a registrar en una de las tribunas del reducto. A pesar de estos avisos, el árbitro Andrés Gariano dejó correr el juego hasta que el reloj marcó los 10 minutos de la etapa inicial.

Según los periodistas presentes en el campo de juego, los fanáticos del Ferroviario detectaron que había hinchas del Decano infiltrados en las gradas y los obligaron a marcharse de ese lugar.

Esta decisión provocó una serie de corridas por parte de algunas personas y los simpatizantes de la visita se alojaron en un costado para resguardarse de cualquier represalia, mientras que los jugadores de ambos conjuntos se acercaron para pedir tranquilidad con la iniciativa de volver a jugar un encuentro clave con vinculación a la pelea para evitar el descenso.

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Sin embargo, la preocupación fue en aumento en Atlético Tucumán cuando observaron que entre todo la gente se encontraban algunos familiares en las butacas.

Con el transcurso del cronómetro, Gariano fue postergando el reinicio y brindó su testimonio, en el que dejó en claro que intentaría continuar con el compromiso: “Lo estamos manejando nosotros. Voy a hablar con el jefe del operativo para que me den las garantías. Ahora, los jugadores entrarán en calor hasta que se calme la situación”.

Además, hizo mención a los movimientos insistentes de los hinchas locales, que minutos antes de sus dichos habían intentado desplazar una barra metálica que separa a las tribunas para confrontar con sus pares tucumanos, y en caso que esto se sostuviera, no reanudaría el encuentro.

Posteriormente, Gariano tuvo una charla con el encargado del operativo policial el encuentro. "¿Tenemos las garantías?, Necesito que se quede acá por cualquier inconveniente", le espetó el juez al encargado de  seguridad para reanudar el mismo 35 minutos más tarde.