De la queja de Armani al enojo de Pablo Pérez, se calienta la previa de la Superfinal
A cuatro días de la primera Superfinal de la Copa Libertadores, los jugadores de Boca Juniors y River Plate comenzaron a ponerle pimienta al encuentro, que se disputará el sábado, desde las 17:00, en La Bombonera.
En las últimas horas, la polémica quedó instalada: esta tarde confirmaron desde el club de La Ribera que no le permitirán a la delegacion millonaria decorar su vestuario visitante, una acción a la que consideran "violenta".
"El clásico pasado que jugamos en la cancha de Boca, cuando entramos al vestuario, nos recibieron con nuestros colores y fotos. Es importante para entrar motivados, viendo la foto de nuestras familias", se quejó Franco Armani, el arquero de River.
Además, desde la Conmebol están evaluando la posibilidad de inhabilitar la señal de teléfono movil en el búnker riverplatense, para que Marcelo Gallardo, imposibilitado de asistir al estadio, no pueda contactarse de ningún modo con sus jugadores.
Por el lado xeneize, quien alzó fuerte la voz fue el capitán Pablo Pérez. "A mí nadie me gana de guapo. Yo entro a la cancha, juego al fútbol, hago las cosas que tengo que hacer, y punto", reaccionó ante la pregunta de un periodista por los últimos triunfos de River, a la vez que admitió: "no estoy disfrutando la final".