No hay caso con la Copa Argentina. Como le sucede casi todos los años, Racing quedó este jueves eliminado del segundo torneo más importante del fútbol argentino al sufrir en el estadio de Quilmes una durísima derrota por 2-1 ante Talleres de Remedios de Escalada, que dio el gran golpe y se clasificó a los octavos de final.

El equipo del sur del Gran Buenos Aires, que milita en la Primera Nacional y hace un mes había eliminado de la Copa Argentina a Instituto de Córdoba, consiguió la victoria con un hombre menos y con un gol agónico de Diogo Guzmán cuando se jugaba el minuto 94. 

Talleres jugó un gran primer tiempo, con mucho orden y determinación, ante un Racing que nunca encontró los caminos para llegar con claridad al arco defendido por Damián Tello.

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A los 7 minutos, el conjunto albirrojo consiguió el 1-0 parcial tras un córner desde el sector izquierdo y con un cabezazo de Fernando Duré.

Los dirigidos por Gustavo Costas pudieron haberlo empatado en dos jugadas aisladas, pero no supieron cómo romper ni por las bandas ni por el centro a la cerrada y organizada defensa de su rival.

En el complemento, el técnico de la Academia movió el banco y dispuso los ingresos del goleador Adrián "Maravilla" Martínez y del colombiano Johan Carbonero, pese a lo cual fue el equipo del Ascenso el que contó con una clarísima jugada para establecer el 2-0, aunque el remate de Nicolás Molina dio en el palo, picó en la línea y no ingresó en el arco.

Cuando a los 70 Maximiliano Salas clavó el 1-1 con un misil, todo el mundo supuso que Racing se llevaría por delante a su rival y se quedaría con la victoria, más aún cuando a los 88 minutos los de Escalada se quedaron con 10 hombres por la expulsión de Sebastián Benega.

Sin embargo, no fue así. En el descuento, con la proximidad de la tanda de penales, el arquero Facundo Cambeses dio un rebote inoportuno, Ciro Campuzano lo capturó y Guzmán facturó el histórico 2-1 final.