River Plate jugará nuevamente la final de la Copa Libertadores. Aferrado a la épica, dio vuelta el resultado en los últimos diez minutos del partido y con el triunfo por 2-1 eliminó a Gremio en Brasil.

El Millonario, obligado a vencer por la derrota sufrida en el Monumental, impuso las condiciones de juego desde el arranque y arrinconó a su rival, que encontró la ventaja a la salida de un córner mediante un remate de Leo Gómez.

Pese a que el equipo acusó el golpe, Marcelo Gallardo volvió a acertar con las modificaciones: finalizada la primera mitad, mandó a la cancha a Pity Martínez en reemplazo de Nacho Fernández y River, que se mantuvo en la serie por una magistral atajada de Franco Armani, ganó el partido en la pegada del 10

Primero, con un centro quirúrgico para el empate de Santos Borré y luego en la soberbia ejecución del penal que definió el encuentro, propiciado por la presencia del VAR, con el cual se detectó una mano en el área tras un disparo de Nacho Scocco. 

De esta manera, el conjunto riverplatense se reconcilió con la tecnología después del polémico episodio en las semifinales de la edición anterior ante Lanús, arribó a su segunda definición continental con el Muñeco como entrenador y espera fervoroso el desenlace entre Boca y Palmeiras.