En cualquier bar, en cualquier esquina, bondi, subte, en cada charla futbolera, el tema será mencionado una y otra vez durante los próximos días: nuevamente hay quilombo en Racing con Ricardo Centurión. Y es verdad. El jugador está en el centro de todas las miradas por su conducta, pero quizás sería conveniente empezar a revisar las causas que llevaron a este nuevo escándalo que les pagó la tarde del martes a todos los productores de las tiras diarias deportivas.

Hay que dejar algo claro de entrada: Racing no anunció todavía de manera oficial ningún tipo de sanción ni qué ocurrió con Centurión durante la semana previa al partido con Atlético Tucumán, en el que finalmente no fue titular. Sí hubo algunas notas de medios como Clarín que hablaron de una llegada tarde al entrenamiento del sábado. Lo que también surgió -y desató el ida y vuelta mediático- fue la palabra del presidente del club, Víctor Blanco, confirmando los rumores en el programa partidario “Esto es Racing” por su cuenta. Y justamente acá hay que detenerse, porque no se trata de cualquier opinión.  

Con la consideración de los medios y de los hinchas Racing, la palabra de Blanco es la más importante en el mundo de la Academia.

Blanco es la máxima autoridad de Racing. Los medios lo tienen considerado como uno de los más correctos dirigentes del fútbol argentino y, dentro del mundo racinguista, es visto como uno de los mejores -sino el mejor- presidente de la historia del club. Más allá de las válidas y múltiples apreciaciones sobre su gestión, la realidad es que desde el punto de vista institucional y económico Racing creció mucho durante su mandato. No es casualidad que haya sido reelegido por los socios en dos oportunidades (2014 y 2017). Por todo esto, su palabra es la más importante dentro del club y corresponde que sea analizada como tal.  

Empecemos: "Son adicciones. Por la información que tengo, ha tomado demasiado. Si vos tomás o te acostás tarde, al otro día no rendís igual. Es un profesional y tiene que tomar nota de esto". Lo que sorprende un poco es la liviandad con la que Blanco habla de adicciones. ¿Qué es una adicción? La psicóloga Lucía Gazzano (MN 63446) lo define rápido: “Una actividad pasa a ser una adicción cuando compulsivamente la hacemos a sabiendas de que nos hace mal, que no nos trae ningún beneficio, que no lo podemos evitar y que sin control la seguimos eligiendo”. Entonces, lo correcto sería pensar que un médico competente le brindó un diagnóstico certero que confirma que Centurión está sumido en una problemática que pone en riesgo su salud, es decir, lo más urgente y primordial para un ser humano, según las propias declaraciones del mandamás de Racing en episodios anteriores, como ocurrió con Brian Fernández y el propio Centurión.

La pregunta que hay que hacerse acá es: ¿corresponde divulgar públicamente ese tipo de información sin en el consentimiento del paciente? El doctor en filosofía e historia del deporte de la Universidad del Estado de New York, César Torres, opina: “Esa clase de datos están protegidos por el derecho a la privacidad. No creo que sea conveniente. Claramente el jugador debería haber sido consultado antes de las declaraciones. No es beneficioso para su salud”. Para colmo, Blanco aseguró que el jugador debería “cuidar más su vida privada”. Insólitamente, la respuesta de Centurión -es decir, el paciente-, en Radio Continental, es mucho más lúcida que la del hombre que busca dar el ejemplo y asegura querer ayudarlo: “Habla de que me quiere cuidar y, si lo quiere hacer, tiene que hablar conmigo a solas, no hacerlo público. Tiene que ser más cuidadoso”.

Centurión: "(Blanco) Habla de que me quiere cuidar y, si lo quiere hacer, tiene que hablar conmigo a solas"

¿Hizo bien Centurión en salir a responderle tan rápido a Blanco? Por supuesto que no, porque lo único que logró es que el caso ganara notoriedad. Pero también habría que ponerse en el lugar de un hombre cuya vida privada apareció desnuda a nivel nacional sin su permiso. “Mi apellido enseguida toma repercusión”, siguió protestando el futbolista. Y ahí entramos en otra cuestión que tiene que ver con un problema social muchísimo más complejo y sin edades que sólo se cristaliza y se estigmatiza en casos como el suyo. Sobre esto, el sociólogo Pablo Vommaro explica: “Muchas veces se depositan en los jóvenes problemas sociales como si solamente fueran juveniles. En realidad, estamos en una sociedad que nos dice que para ser felices hay que consumir lo que sea, desde gaseosas hasta autos. A través de los medios masivos de comunicación se asocia al consumo con felicidad, o sea, mayor consumo, mayor felicidad”; y agrega: “Por un lado, la sociedad celebra al consumismo porque está relacionado con bienestar, entonces no debería extrañar que estas conductas se vayan de las manos. Pero lamentablemente nadie se pregunta por qué se está tolerando y avalando que tiempo libre y diversión sean sinónimos de consumir”.

El doble discurso de la dirigencia de Racing queda en evidencia cuando decidió esquivar la otra problemática -muchísimo más grave- que rodea a Centurión: las denuncias por violencia de género.

El mismo doble discurso parece manejar la dirigencia de Racing respecto a Centurión con otra problemática muchísimo más grave y que sí está penada por la ley: la violencia de género. Llama poderosamente la atención que ni Blanco ni ningún otro integrante de la Comisión Directiva nunca haya hecho alguna mención acerca de la denuncia que la ex pareja el jugador le hizo en mayo del 2017. Pero el presidente sí eligió, vaya a saber uno con qué motivos, exponerlo públicamente con una supuesta adicción, con un problema personal que hasta podría poner en juego su vida.

En todo caso, quien parece tener una adicción, pero a los medios de comunicación, es el propio Blanco, que cada vez que alguno de sus jugadores aparece envuelto en un escándalo de mayor o menor medida, utiliza su imagen casi inmaculada para salir apurado a sentar posición ante las cámaras sobre temas que deberían tratarse puertas adentro. 

El único momento de cordura en el día llegó de la mano del técnico de Racing, Eduardo Coudet. “Si Racing ganaba, nadie me preguntaba por Centurión. Vi que otro compañero estaba mejor que él y por eso lo dejé en el banco. Si ustedes creyeron que tenía que jugar, júzguenme a mí, él no tiene nada que ver”, indicó el entrenador en TyC Sports, el personaje menos pensado para calmar las aguas, si se tiene en cuenta cómo vive los partidos que le toca dirigir.