16 títulos, 403 goles y 390 triunfos: como jugador y DT, la exitosa carrera de Bianchi en números
Carlos Bianchi es -y probablemente siempre lo será- el mejor entrenador de la historia de Boca Juniors. En esa categoría, incluso y hasta ahora, es el máximo ganador del fútbol argentino, superando a nombres de la talla de Ángel Labruna, Juan Carlos Lorenzo o Ramón Díaz.
Boca ya era Boca antes de Bianchi, pero desde su llegada Boca fue mucho más. Conquistó Argentina, Sudamérica y el Mundo, aplastó a River en el historial y potenció a decenas de jugadores con un fútbol admirado y recordado por muchos.
Bianchi es Boca. Pero Bianchi también es Vélez, es Stade de Reims y es esa eterna espina con una Selección Argentina que nunca pudo llegar a dirigir por capricho de Julio Humberto Grondona.
Bianchi en números
En Liniers, Carlos Bianchi forjó los cimientos de un delantero letal que, hasta la irrupción de Lionel Messi, sería el jugador argentino que más goles (385) había convertido en torneos de primera división.
En sus primeras siete temporadas, Bianchi le retribuyó a la institución que lo cobijó en las inferiores anotando 121 goles en 161 partidos. Además, ganó el Torneo Nacional de 1968. Ocho años después, tras su paso por el fútbol francés, regresaría para sumar 85 más en otros 159 encuentros.
Bianchi llegó a Francia en 1973. Su carrera allí siguió el curso exitoso: en el Stade de Reims (124PJ 107G), primero; en el París Saint Germain (80PJ 71G), después, y; en el Racing de Estrasburgo (25PJ 11G), finalmente, expuso al máximo su capacidad como artillero para ser máximo goleador en cinco temporadas.
Luego de su segunda temporada en Vélez y a los 35 años, regresó al Stade de Reims en 1984 (18PJ 8G) para jugar en la segunda división y colgar los botines. Rápidos de reflejos, los directivos del club francés le ofrecieron la dirección técnica, la cual asumió por cuatro temporadas, en las que tuvo un desempeño discreto.
Tras un paso fugaz por el Olympique de Niza (1989-1990), desembarcó en la entidad velezana, en la que extendió su leyenda. Con él sentado en el banco de suplentes, el Fortinero conquistó su única Copa Libertadores y la memorable Copa Intercontinental del 1994, al vencer al Milan por 1-0 con gol del Turco Asad. Además, obtuvo tres títulos locales y la Copa Interamericana.
Bianchi también es ídolo de Boca y no particularmente por los títulos conquistados, sino por haber marcado un quiebre en la historia del club. En sus primeras tres temporadas al mando del primer plantel (1998-2001), llevó al Xeneize a lo más alto de Sudamérica después de 22 años, venció al Real Madrid y condujo al mejor equipo de la historia del club, con Oscar Cordoba, Jorge Bermúdez, Mauricio Serna, Juan Román Riquelme, Marcelo Delgado, Guillermo Barros Schelotto y Martín Palermo en sus filas.
Se despidió después de perder la Copa Intercontinental de 2001 con Bayern Múnich, pero no por mucho tiempo: volvió en 2003, para volver a alzar la Copa Libertadores y adueñarse del fútbol mundial, al vencer al Milan en la final más importante a nivel clubes. En su tercera etapa en la institución (2013-2014), el rendimiento del equipo boquense distó mucho del que guió en su época dorada, e incluso el humilde San Martín de San Juan le propinó una goleada histórica por 6-1.
En Europa no edificó el mismo éxito que en el terreno doméstico. Tanto en Roma (1996-1997) como en Atlético de Madrid (2005-2006), fue destituido tras cosechar malos resultados. Pese al clamor popular luego de la salida de José Pekerman, no logró dirigir a la Selección Argentina. Su mala relación con Julio Humberto Grondona fue el causante, y a su vez la puerta de entrada para Diego Armando Maradona.
Todos los títulos
Vélez Sarsfield: Primera División 1968, Torneo Clausura 1993, Torneo Apertura 1995, Torneo Clausura 1996, Copa Libertadores 1994, Copa Intercontinental 1994, Copa Interamericana 1996.
Boca Juniors: Torneo Apertura 1998, Torneo Clausura 1999, Torneo Apertura 2000, Torneo Apertura 2003, Copa Libertadorses 2000, Copa Intercontinental 2000, Copa Libertadores 2001, Copa Libertadores 2003, Copa Intercontinental 2003.
Además, recibió en dos oportunidades (2000, 2003) el premio que otorga la IFFHS al mejor entrenador del mundo.