Hace mucho tiempo no hablaba con la prensa. Pese a la exposición que le genera ser el juez federal que lleva casi la totalidad de las causas por corrupción contra Cristina Fernández de Kirchner, Claudio Bonadio mantuvo un perfil bajo y evitó las cámaras y los micrófonos. Hasta ayer.

Durante el foro de lavado de dinero y financiación del terrorismo en occidente, el titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal N°11 no solo expuso junto a colegas, empresarios y especialistas de la materia. También realizó una fuerte advertencia respecto a la causa de los Cuadernos de las Coimas.

En diálogo con DEF, la revista de su amigo Mario Montoto, organizador del seminario y custodio de los negocios (y socio) del Círculo Rojo, y con Perfil, Bonadio reclamó mayores libertades para que la causa de los Cuadernos no se empantane ni dilate. Libertades similares a las que tuvo su colega brasileño Sergio Moro durante el Lava Jato.

"La Corte le sacó a Moro todas las causas que lo pudieran fastidiar y hacer perder tiempo. Y tenía un juez asociado que le firmaba el despacho diario. Yo tengo en cada secretaria, aparte de la causa de los Cuadernos, 900 causas más", lamentó, fastidioso, el juez federal.

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A su vez, remarcó las diferencias entre la Justicia argentina y la brasileña, a la que calificó como "mucho más ágil". "Una vez que se acepta a una persona como arrepentido, en Brasil, directamente se lo condena", valoró.

Y explicó: "Se toma la declaración del arrepentido como confesión, cosa que en la ley nuestra está expresamente prohibido. Esos dichos tienen que tener prueba que avalen el hecho y lo pongan como cosa certera".