Tres maniobras de lavado de activos y ser jefe de una asociación ilícita es el resumen de la acusación que cae sobre Amado Boudou. El ex vicepresidente fue detenido por orden del juez Ariel Lijo y una vez que termine su indagatoria irá al penal de Ezeiza.

Hace una semana, el fiscal Jorge Di Lello había pedido que Boudou justificara sus bienes, en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito. Tenía que justificar unos 80 mil dólares y la compra del departamento de su ex pareja Agustina Kämpfer. "Se advierten indicios de una ingeniería orientada a oscurecer el origen de los fondos con los que se realizaban consumos", dijo la fiscalía.

Lijo fue por más: detalló una serie de maniobras ilícitas en las que incurrió el ex vicepresidente. La adquisición de 19 autos en una subasta privada direccionada por el Ministerio de Economía en diciembre de 2009 fue la primera que nombró. Todos los vehículos suman $2.131.400. Le agregó la causa donde se investiga el contrato que The Old Fund firmó con Formosa que implicó una comisión de $7.667.161. Tanto Amado como José María Nuñez Carmona, su amigo y socio, habría blanqueado en 2009 $4.238.900 que provenían de un origen ilícito, así como también unos US$795.000.

Toda la maniobra de lavado sería, entonces, de $4.238.900 y US$995.000.

Bonpland 1246 es la dirección del departamento observado por el juez, que costó US$120 mil. Para Lijo, Kämpfer no poseía la capacidad económica para realizar la compra de ese inmueble. Por último, mencionó esos US$80 mil que había observado el fiscal y que consideró que tampoco tenían una justificación. Toda la maniobra de lavado sería, entonces, de $4.238.900 y US$995.000.

El rol de Amado

Para Lijo, el ex vicepresidente era el jefe de la asociación ilícita y Nuñez Carmona actuaba y hacía las cosas que Amado no podía. Para eso, detalló una cuenta en el HSBC de Miami que recibió dos ordenes de pago desde Uruguay por US$160 mil dólares entre julio de 2009 y mayo de 2010.

Alejandro Vandenbroele y Juan Carlos López fueron catalogados como "integrantes necesarios”. Como Nuñez Carmona tenía una vinculación directa con Boudou, los otros dos eran la cara visible del negocio y de las sociedades.