En aquella tarde del Monumental, Boca sacó pecho cuando la cosa se ponía complicada y sumó su octava victoria consecutiva. Tras el tiro libre de Edwin Cardona, el golazo de Leonardo Ponzio le había puesto picante al asunto, pero apareció Nahitan Nandez y se encargó de darlo vuelta.

El tanto de Matías Pérez Acuña a dos minutos del final amenazó con silenciar La Bombonera. En tiempo de descuento, Leonardo Jara le dio una victoria agónica a Boca, que seguía escapándose en la punta.

Después de perder la final de la Supercopa Argentina contra River en Mendoza, era fundamental sacar un buen resultado en la visita a Tucumán, un terreno siempre complicado. Otra vez en tiempo de descuento, Boca salvó la ropa, esta vez gracias a Walter Bou, que no convertía desde diciembre de 2016. Un punto que pudo haber significado el campeonato.

La seguidilla de la muerte continuaba con la visita de Talleres de Córdoba, por aquel entonces el escolta, a La Bombonera. El empate transitorio de Carlos Quintana había puesto un suspenso innecesario. Pablo Pérez, en el final, definió una buena jugada de Wanchope Ábila y lo festejó a puteada limpia con los plateístas.

El triunfo de Godoy Cruz de Mendoza ante Argentinos Juniors lo había llevado a la punta del campeonato, aunque con dos partidos más. Boca tenía la obligación de derrotar a Unión de Santa, y lo consiguió en el último cuarto de hora con un doblete de Ramón Ábila.