En una sesión histórica que la tuvo como protagonista excluyente, Cristina Fernández de Kirchner aprovechó el pedido de allanamientos elevado por Claudio Bonadio para cerrar el debate con lo que simuló ser un discurso de campaña que la postula como principal líder opositora.

Utilizando su espacio como jefa de bloque parlamentaria, le mandó un claro mensaje a todo el arco opositor y a aquellos referentes que aspiran a ser el rival de Mauricio Macri en octubre (y un potencial ballotage) de 2019.

"Si mañana un rayo me partiera y de mí quedaran solamente esparcidas las cenizas, hay algunos que no llegarían igual por el voto popular a ser presidente. Lo lamento, pero no soy yo el problema", sostuvo.

Ampliar contenido

Luego de trazar una comparación con la causa y posterior detención de Lula da Silva en Brasil y su situación, Cristina utilizó varios pasajes de sus 43 minutos de discurso para emular al líder del PT brasileño que, aunque se encuentra preso por corrupción, es el político con mayor intención de voto.

Y desplegando toda su elocuencia y oratoria para llegar a la opinión pública, se encargó de atacar al establishment, criticar a la Justicia por actuar servilmente para el gobierno y ser autorreferencial respecto a sus mandatos.

"Creo en lo que hice como Presidenta de los argentinos: creo en la redistribución de los ingresos, creo en el empoderamiento de los derechos, creo en las universidades públicas, creo en la ciencia y la tecnología y creo en el desendeudamiento como un instrumento de autonomía en la toma de decisiones de un país", subrayó.

Ampliar contenido

Enojada por una causa que la tiene como jefa de una asociación ilícita que abusaba de la obra pública para enriquecerse obscenamente, Fernández de Kirchner avanzó contra el gobierno por perseguirla. "No me van a hacer arrepentir. Si creen que con los Bonadio y con los desafueros, me voy a arrepentir: no. No me arrepiento de nada de lo que hice".

"En todo caso me arrepiento de no haber sido lo suficientemente inteligente o amplia de convencer o persuadir de que lo que estábamos haciendo, con errores o con aciertos, había mejorado la vida de millones de argentinos y había mejorado la posición de la República Argentina", concluyó.