Por la capacidad del recinto y más allá de las pantallas gigantes dispuestas en las fueras de La Rural, la organización de la Feria del Libro puso a disposición de Cristina Fernández de Kirchner mil butacas para la presentación de su libro, Sinceramente.

En mitades iguales, la editorial Penguin Random House y Unidad Ciudadana se hicieron cargo de repartir esas invitaciones entre políticos, dirigentes sociales, artistas, perodistas, filósofos y, por supuesto, algunos militantes.

Alberto Fernández, Estela de Carlotto, Nancy Dupláa y un intruso: la primera fila de los invitados de CFK

Al abrir las puertas de la Sala Borges, lo primero que llamó la atención fue la disposición de las invitaciones. La primera fila estuvo reservada para Abuelas de Plaza de Mayo, artistas argentinos, su hermana Gisele y un solo político, Alberto Fernández.

Y aunque, según consignó el periodista Pablo De León, Aníbal Fernández, ni lerdo ni perezoso, ocupó el lugar de Hebe de Bonafini (su ausencia también sorprendió), la primera fila estuvo repleta de artistas que simpatizaban con la expresidenta y sus políticas.

Alberto Fernández, Estela de Carlotto, Nancy Dupláa y un intruso: la primera fila de los invitados de CFK
Alberto Fernández, Estela de Carlotto, Nancy Dupláa y un intruso: la primera fila de los invitados de CFK
Alberto Fernández, Estela de Carlotto, Nancy Dupláa y un intruso: la primera fila de los invitados de CFK

Recién en la segunda fila aparecieron otros políticos. Diputados del bloque del Frente para la Victoria, intendentes del conurbano, sindicalistas y ex funcionarios de sus mandatos coparon la sala junto a periodistas, reporteros gráficos y más artistas.

También sobresalieron las figuras del ex juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Zaffaroni, su abogado Gregorio Dalbón y el empresario de medios y dueño del Grupo América, Daniel Vila.

Alberto Fernández, Estela de Carlotto, Nancy Dupláa y un intruso: la primera fila de los invitados de CFK