Los dos policías que dispararon y ocasionaron la muerte del joven Blas Correas fueron condenados hoy a prisión perpetua.   

Los cabos Lucas Damián Gómez, de 37 años, y Javier Catriel Alarcón, de 33, fueron considerados culpables por homicidio calificado por ser integrantes de la Policía, y agravado por el uso de arma de fuego, y también por la tentativa de homicidio, ya que Correas iba en un auto con otros cuatro amigos.   

La muerte del joven se produjo el 6 de agosto de 2020 en la ciudad de Córdoba, cuando un grupo de adolescentes se trasladaba en un vehículo y no se detuvo en un control policial.   

Esto ocasionó que dos de los agentes empezaran a disparar y una de las municiones alcanzó a Correas en la espalda, causándole la muerte.