La Conferencia Episcopal Argentina inició los trámites para renunciar a los aportes estatales que subsidian a los 100 obispos argentinos, con el aval que llegó desde el propio Vaticano del papa Francisco.

La Iglesia Católica recibe anualmente 130 millones de pesos para asistir a los sueldos del credo más popular. Según informa Sergio Rubín en Clarín, la entidad habría iniciado formalmente las tratativas para no recibir más ese tipo de ayuda.

A partir de la discusión en el Congreso del aborto y el lugar que cumplió la Iglesia en dicho proceso, se comenzó a gestar un movimiento popular que busca impulsar la separación de los credos del Estado y que este no financie religiones.

La Campaña Nacional por un Estado Laico está generando encuentros en donde los afiliados puede rellenar el formulario de la “apostasía” y pedirle así a la Iglesia que deje de contarlos como católicos.

Ante esta perspectiva de baja popularidad, el catolicismo decidió tomar cartas en el asunto y adelantarse a una próxima medida. Desde la entidad avisaron que la renuncia será gradual y su idea es impulsar un nuevo sistema de sostenimiento del culto con nuevas alternativas.

Actualmente, los obispos reciben 40.000 pesos mensuales de parte del Gobierno, gracias a un decreto de 1979 en base al artículo 2 de la Constitución Nacional. La decisión de reunciar a los subsidios significaría un cambio radical en la relación del oficialismo con la Iglesia.

El Vaticano dio su aval para que la Iglesia argentina renuncie al subsidio del Estado.