Insatiable: el peor final
Lo sé, todos le tienen cariño a Netflix, pero hay que ser honestos: hace rato que viene pifiándola feo con sus nuevas series originales. Alabamos Nanette y lo necesario que es en un especial así en este momento, pero también dió un mensaje horrible a los adolescentes en las dos temporadas de 13 Reasons Why, fracasó con Girlboss y renovó innecesariamente The End of The F*cking World.
La nueva e insufrible comedia de Netflix, que ya desde el trailer recibió numerosas críticas, también apuesta a los adolescentes. Y una vez más hace agua. Ahora, con todos los episodios disponibles en la plataforma, el resultado es mucho peor de lo que anticiparon los críticos.
Es cierto también que sin esa reacción tan negativa es poco probable que hubiese gastado los 550 minutos que se necesitan para terminar la temporada de 12 episodios. Pero detrás de la serie estaban Lauren Gussis (Dexter), Debby Ryan (Ex Disney) y Alissa Mylano (Charmed), por lo que alguna luz de esperanza existía. Por lo que pedí comida y me dispuse a disfrutar del primer episodio. Iluso.
En los primeros 30 segundos, experimenté la horrible sensación de estar frente a, tal vez, una de las peores cosas que nos dio la televisión este año. Me di cuenta que el espectáculo no iba a ser lo que creía en absoluto, que iba a ser algo que doliera. Y como es probable que mucha gente la mire por morbo, voy a detallar con ¡spoilers! por qué no deberían hacerlo.
Debby Ryan interpreta a Fatty Patty, una adolescente con sobrepeso que es víctima de bullying constante en su colegio. La vida de Patty cambia después de un altercado con un vagabundo que insulta su apariencia y le da una piña en la mandíbula. Obligada a realizar una dieta líquida, baja 30 kilos y se convierte en una adolescente delgada y sexy. No, no estoy inventando, este plot es real. Año 2018.
El otro protagonista de la serie es Bob Armstrong (Dallas Roberts), abogado y mentor de Patty, que fue excluido por la sociedad luego de ser acusado -falsamente- de agredir sexualmente a un menor. Exactamente lo que la sociedad no necesita en este momento, una historia inverosímil sobre una joven que miente sobre una violación.
Armstrong entra en la historia para defender a la protagonista en el caso de agresión al vagabundo y, como primer consejo, le enseña a usar esta nueva sensualidad que le otorga tener un cuerpo hegemónico. De nuevo, un abogado acusado de abuso le enseña a una menor a usar la sexualidad a su favor. ¿Quién aprobó estos guiones?
Como si estos gags no fueran suficientemente perturbadores, el mismo personaje se pone en situaciones imposibles como quedar a solas con la hija menor de su abogado rival, y que ella decida quedarse en ropa interior delante de él, provocando una rivalidad entre ella y Patty por la atención de un mayor que, repito, fue acusado de abuso de una menor.
Si salimos un segundo de esa historia y nos centramos en Patty, la cosa también se pone turbia. Ella repite una y otra vez su mantra "la delgadez es mágica" y se ofrece como víctima en más de una oportunidad degradando a todas las minorías posibles. En el episodio 5, la relación de Patty con su nueva y atractiva apariencia se compara con la experiencia trans.
Más adelante, luego de burlarse de una mujer queer, negra y gorda, humillan las creencias del estado sureño y cristiano donde se desarrolla la historia. Y a lo largo de todos los episodios ridiculizan la atracción que siente la mejor amiga por Patty.
Después de varios capítulos intrascendentes y ofensivos ¡por fin! llegamos al final, que tiene una metáfora visual asombrósamente estúpida que duele detallar. En la última escena, luego de que Patty no logre secuestrar a una de sus competidoras en un concurso de belleza (?), queda encerrada en la parte trasera de un camión. Para salvarse de esta situación usa el glaseado de una comida para quitarse las esposas. ¿A dónde van con esto? La comida, su némesis eterna, es su salvación. Les juro que es verdad.
12 episodios después podemos confirmar que Insatiable es el peor estreno del año. Hay que ir muy atrás en el tiempo para encontrar algo tan desagradable, que atrase décadas en el pensamiento y que no coincida con el momento que está viviendo. Nada está resuelto. Nada se aprende. No vale la pena la inversión. Nada les va a devolver esos minutos de sus vidas.