Hugo Moyano, el Movimiento Evita, Felipe Solá, Juan Grabois, Alberto Fernández, Héctor Daer. En los últimos días, la expresidenta Cristina Kirchner tuvo gestos de acercamiento con sectores y dirigentes con los que estaba distanciada o que no forman parte de su espacio ni le responden políticamente.

Anoche, en C5N, el líder del sindicato de Sandidad e integrante del binomio que conduce la CGT debió admitir que estuvo reunido "hace algunos meses" con la exmandataria, que el miércoles de la semana pasada también recibió en su oficina del Instituto Patria a tres dirigentes del Evita: Fernando "Chino" Navarro, Emilio Pérsico y Leonardo Grosso.

La reunión fue un claro gesto de acercamiento a Solá, que lanzó su candidatura presidencial y conformó un nuevo bloque en la Cámara de Diputados convocando a la unidad de toda la oposición, sean peronistas, radicales, progresistas o de izquierda. 

Cristina coincide con el planteo del exgobernador bonaerense: el único límite debe ser Mauricio Macri. Los que no comparten esa visión son Miguel Pichetto, Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa, entre otros y otras. Para ellos hay dos límites.

Sin embargo, la senadora de Unidad Ciudadana fue complaciente con los "dialoguistas" en el encuentro con Navarro, Pérsico y Grosso, del que también participó el exjefe de Gabinete Alberto Fernández, que trabaja cerca de Solá. Sostuvo, según reveló uno de los presentes, que Massa debería incorporarse a las PASO del nuevo espacio si pretende que su distanciamiento del Gobierno sea creíble.

Grabois, que la acompañó a Comodoro Py en sus últimas citaciones, se incorporó recientemente al Frente Patria Grande, un espacio de izquierda que se incorporará al armado electoral del kirchnerismo cuando sea el momento oportuno pero que, en principio, se presentó en sociedad en una fecha muy particular: el 27 de octubre. Allí militan también Itai Hagman, Elizabeth Gómez Alcorta y la dirigente estudiantil Ofelia Fernández.

A las reuniones que mantiene la senadora en persona se suman las gestiones que hacen en su entorno. Como las de Eduardo "Wado" de Pedro en la estructura del Partido Justicialista que preside José Luis Gioja, o las que su hijo Máximo lleva adelante junto a Martín Insaurralde con los intendentes de la Provincia de Buenos Aires. No son sus únicos interlocutores: el diputado nacional y líder de La Cámpora conversa regularmente con Sergio Massa, Daniel Scioli, Felipe Solá y Alberto Rodríguez Saá. El único con el que no habla es Urtubey.

Hoy, en la sede del PJ nacional, hubo una foto de unidad ampliada. Estuvieron Gioja, Scioli, Solá, Moyano, Daer, Wado, el "Chino" Navarro, Gustavo Menéndez, Ricardo Pignanelli, Julián Domínguez, Ginés González García, Agustín Rossi y hasta el formoseño José Mayans, uno de los "díscolos" del bloque de Pichetto en el Senado. 

¿Cristina Kirchner será candidata? Aunque ese sea el deseo de sus seguidores, hoy es incierto. Lo que sí es un hecho es que en el Gobierno la quieren compitiendo contra Macri: esa es la estrategia de polarización brutal que diseñaron Marcos Peña y Jaime Durán Barba y que los referentes de Cambiemos ya están poniendo en práctica. Ayer, de hecho, se sumó María Eugenia Vidal.

Pero no solo Macri necesita que Cristina sea candidata; Cristina también necesita que Macri lo sea. Y esa la intención del presidente, cuyo anuncio de ir por la reelección solo podría ser sepultado por encuestas que pongan en peligro la continuidad del proyecto. Las encuestas dan un empate técnico entre la expresidenta y el actual mandatario, pero ubican a Vidal como ganadora de cualquier escenario de segunda vuelta. Por las dudas, la gobernadora le dejó abierta una ventana al Plan V: dijo que todavía no definió si buscará su reelección.