Reúne Mariu a su tropa en Chapadmalal con el objetivo de blindar la reelección pese a Macri
En el entorno de María Eugenia Vidal están preocupados. La sensación de desamparo de cara a la contienda electoral, que comenzó hace exactamente dos meses cuando decidió no desdoblar los comicios provinciales para unificarlos junto a los nacionales y apuntalar a Mauricio Macri, se potenció con la difusión de los nuevos índices económicos y la consiguiente caída en la imagen del presidente.
Luego de elaborar una propuesta económica superadora que podría cerrar el interminable conflicto con los docentes, la mandataria bonaerense se trasladó hasta el chalet presidencial de Chapadmalal junto a su Gabinete para trazar los ejes de una campaña que se avecina complicada.
A diferencia de los pronósticos entusiastas que emergen desde la Casa Rosada, en los despachos del gobierno provincial reina la incertidumbre. La recesión económica mostró su peor correlato esta semana con la difusión de los índices de pobreza y en especial el de desempleo, que a nivel nacional se estableció en 9,1% pero en el Gran Buenos Aires exhibió los números más altos: la desocupación afecta al 10,5%.
Pese a que la aceptación sobre la gestión de Vidal se mantiene estable en la opinión pública, en la Provincia temen por el efecto arrastre que pueda generar la caída en picada del jefe de Estado. De cara a la elección presidencial, el último trabajo de la consultora Federico González y Asociados revela un escenario sombrío para Cambiemos en el conurbano.
Mientras el kirchnerismo lidera cómodo con más de 35%, Macri cosecha solo el 21,4% cuando se pregunta por la intención de voto. Incluso, es ampliamente superado por Alternativa Federal, que al aglutinar los porcentajes de Sergio Massa, Roberto Lavagna, Juan Manuel Urtubey y Miguel Ángel Pichetto capta el 28%.
La estrategia de Marcos Peña, que contempla el triunfo del oficialismo en el ballotage por el peso del voto antikirchnerista, no corre en la Provincia: la suerte se dirimirá el 27 de octubre. En este marco, el gobierno provincial se aferra a lo que puedan aportar los desembolsos del Fondo Monetario Internacional y la liquidación de la cosecha récord del campo, las armas principales que tendrá el oficialismo para activar la maquinaria proselitista y dar vuelta las peores previsiones.