Luego de un año de vacante tras la partida de Noah Mamet, la Casa Blanca de Donald Trump desingó al juez Edward Charles Prado para el puesto de embajador estadounidense en Argentina. Su postulación fue confirmada en las últimas horas por el parlamento estadounidense.

El juez de 70 años, que estuvo alistado en las reservas del ejército entre 1972 y 1987, ostenta en su currículum el ejercicio como jurista durante poco más de la mitad de su vida: tras 19 años en el Distrito Oeste de Texas, Prado desempeñó los últimos 14 como miembro del Tribunal de Apelaciones de los Estados Unidos para el Quinto Circuito.

Y aunque su designación generó algo de sorpresa en Washington, el magistrado posee contactos en el Partido Republicano desde la gobernación de Ronald Reagan que luego mantuvo con su sucesor, George Walker Bush, y su familia, que contó con otro miembro presidencial años más tarde.

En Estados Unidos destacan que tiene una "experiencia increíble” en el área judicial y revelan que tiene un carisma particular: "Es popular, filoso y divertido”. A su vez, según pudo averiguar elCanciller.com, sigue el fútbol argentino y es "hincha de Boca".

El caso AMIA y la muerte de Nisman

El magistrado, apenas conoció la noticia sobre su cargo, deslizó que le gustaría ayudar al fortalecimiento del sistema judicial argentino, la resolución del caso AMIA y el de la muerte del fiscal Alberto Nisman. "Ojalá pueda ayudar en este proceso en todo lo que se pueda con toda la asistencia que podamos brindar”, dijo sobre la muerte de Nisman.

Hizo fuerte hincapié también en promover la seguridad ante la amenaza del terrorismo y señaló que apoyará a las distintas agencias estadounidenses que ayudan a la Argentina en la lucha contra el crimen organizado.