Durante la media tarde del martes, en un encuentro con la prensa y analistas especializados, el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Alberto Abad, exhibió con orgullo la recaudación tributaria del año pasado y señaló su crecimiento en un 29,2% respecto al 2016.

La exorbitante cifra, que representa una suba de cinco puntos por encima de la inflación registrada en idéntico período, ronda los 2,6 billones de pesos, lo que significa 574.276 millones más que en el ejercicio anterior.

Presume Abad de la recaudación de AFIP y promete equilibrar la presión tributaria

Y aunque la presión tributaria le permitió al Estado recaudar "un número realmente significativo", Abad anticipó que durante el 2018 ésta "va a bajar en el impuesto a las Ganancias, en el pago de las contribuciones patronales -que van a tener un mínimo no imponible- y en el impuesto al cheque". Sin embargo, aclaró que "estas variaciones van a ser graduales".

"Con la baja de presión tributaria se supone que va a aumentar la inversión porque las empresas van a tener mayor dinero disponible. Además, van a pagar menos impuestos a las Ganancias si reinvierten", concluyó.