Porteros, Construcción, Empleados de Comercio, Luz y Fuerza, Comercio, UTA, docentes de la mayoría de las provincias, Tintoreros, Pintores, Remiseros, Aeronáuticos, Aceiteros, Entidades Deportivas y Civiles, y Petroleros. Todos se ampararon bajo el paraguas del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y aceptaron el aumento de salarios que fijó el Gobierno desde el día uno de las negociaciones: 15% sin cláusula gatillo.

Sin embargo, al oficialismo le falta una pieza clave: los docentes bonaerenses, un gremio históricamente conflictivo para casi todos los Gobiernos pero que siempre supo tender una mano al peronismo. Mañana, el Frente de Unidad Docente junto con trabajadores estatales y sindicatos de la salud y la justicia instalarán una carpa blanca frente a la gobernación bonaerense.

Al mismo tiempo, los Docentes anunciarán la convocatoria a un paro con movilización para el próximo 5 de abril. El Gobierno no se quedó de brazos cruzados y lanzó un plan de contraataque: jubiló a unos 3 mil docentes mayores de 60 años de edad y 30 de servicio de oficio.

Los gremios en conflicto sostienen que la proyección de la inflación publicada por el Relevamiento de Expectativas de Mercado (publicado por el mismo Banco Central) es de 19,9%, por lo que cerrar un aumento con techo en 15% es recortar los salarios 5 puntos. Del otro lado, el Gobierno mantiene que la inflación está “a la baja” y que el REM adoptará este cambio en el nivel de precios y mejorará sus expectativas en los próximos informes (de todos modos, es probable que sea algunos puntos superior al 15, aunque menor de 20).

"La carpa la instalaremos la Asociación de Trabajadores del Estado, Cicop (salud), la Asociación Judicial Bonaerense y el Frente de Unidad Docente", sostuvo Oscar de Isasi, secretario general de ATE en la provincia a LaNación; y agregó: "Queremos paritarias libres y sin techo, ya que ese 15% ni siquiera contempla la verdadera proyección de inflación que va a rondar el 20%".

Por ahora, la resistencia de los docentes se mantiene, pero lucha contra la efectividad de un Ministerio de Trabajo, cuyo titular demuestra por qué el Gobierno lo respaldó en el medio del huracán Sandra Heredia.