Horas antes del comienzo de la marcha federal LGBTIQ+ que se llevó a cabo este sábado en la Ciudad de Buenos Aires, el juez federal Alejo Ramos Padilla dictó un habeas corpus preventivo con el objetivo de que las fuerzas de seguridad no pudieran interceptar personas ni transportes en el ámbito de la provincia de Buenos Aires.  

De esta manera, el magistrado exhortó a las autoridades provinciales del área de seguridad a dar las garantías "necesarias para manifestarse y expresarse en libertad, y, en particular, a abstenerse de expedir órdenes que impliquen la limitación arbitraria al derecho constitucional de la protesta social".   

"Se exhorta a las fuerzas de seguridad para que el 1° de febrero del año en curso no se intercepten personas -tanto en transportes públicos como en vías de acceso a las unidades de trenes, todo ello dentro de la jurisdicción de la provincia de Buenos Aires- y/o se filmen con el fin de identificarlas", sostuvo en su resolución.

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La manifestación de este sábado, llamada "Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista", partió a las 16 desde el Congreso y concluyó en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.

Si bien el epicentro fue en la Ciudad de Buenos Aires, la protesta se replicó en varias ciudades del país y del exterior.

La demostración, convocada por el colectivo LGBTIQ+, tuvo por objetivo repudiar las recientes palabras del presidente Javier Milei en el Foro de Davos, donde pronunció un discurso en contra de la ideología de género. Buena parte de la oposición política, las centrales sindicales y organizaciones sociales anunciaron su adhesión.

En la previa, el Gobierno desacreditó la marcha, al atribuirle un carácter político y al argumentar que el mensaje del libertario fue "tergiversado".