"Codicia es una historia ficcionalizada de los mayores hechos de corrupción en democracia de la República Argentina". Así se presenta el documental de Jorge Lanata que ayer generó un fuerte revuelo en las redes sociales. Aunque parece indicar que retratará varios casos, en realidad son solo dos: la denominada "ruta del dinero K", investigación hecha por el periodista en su programa PPT, y la llamada "causa de los cuadernos", iniciada a partir del trabajo de Diego Cabot en La Nación.

En el brief de presentación, al que tuvo acceso El Canciller, Codicia se vende como "una ficción sin armas" y promete ser "una reflexión sobre lo que sucede cuando el dinero pierde su utilidad como tal y se transforma en poder". Será, en los hechos, una forma de volcar a plataforma de docu-ficción el trabajo de Lanata de los últimos años.

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La serie tendrá dos temporadas, de 6 capítulos de 50 minutos cada uno. Según afirman sus productores, los hechos estarán reconstruidos "desde el periodismo" y estarán, en general, ficcionalizados (actúa, por ejemplo, Fátima Florez como Cristina Fernández de Kirchner). Pero también habrá "interrupciones" con entrevistas a protagonistas, como Leonardo Fariña, que además colaboró en el guión. Según el propio Lanata, tendrá un 70% de ficción y un 30% de material documental.

Los protagonistas serán "El chofer", que personificará a Oscar Centeno; "Leo", que será Fariña; "El empresario", propietario de una multinacional que pagó coimas; y "La periodista", una joven trabajadora de prensa llegada del interior que trabaja en Comodoro Py.

La producción del documental está a cargo de Guillermo Seita, exfuncionario menemista y actual socio mayoritario de una de la consultoras más influyentes de la actualidad, Management & Fit. Como consultor político supo asesorar a Macri, Massa y Scioli y hoy es un operador en las sombras del peronismo alternativo. Además, maneja la franquicia CNN en el país y está a cargo del Espacio Clarín en Mar del Plata.

#ChauNetflix

Ayer, en Twitter, había trascendido que la serie se iba a poder ver en Netflix y miles de militantes kirchneristas se sumaron a una campaña para dar de baja el servicio con el hashtag #ChauNetflix. Sin embargo, poco tiempo después de que el tema se convirtiera en primera tendencia en el país, la plataforma de entretenimiento debió aclarar que no tenía nada que ver con Lanata. "No crean todo lo que leen", advirtió a sus usuarios.

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