El Círculo Rojo fue protagonista, algunos desde las sombras y otros con presencia en los medios, de la peor crisis que vivió Cambiemos desde que asumió el poder presidencial. ¿Quiénes ganaron la batalla interna en la alianza? ¿Quién se convirtió en el principal responsable de la crisis?

Aunque públicamente no lo apuntan con el dedo, puertas adentro de la Casa Rosada la conclusión está clara: Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, no supo manejar el barco en el peor momento y eligió la receta equivocada para intentar controlar el dólar.

“Luis Caputo le torció el brazo a Sturzenegger y fue quien impuso, en una caliente reunión de Gabinete, la solución para frenar la corrida cambiaria”. El primer párrafo de la columna de Marcelo Bonelli en el diario Clarín confirma la teoría del Círculo Rojo sobre aquellos que salieron triunfadores después de los días de inestabilidad económica.

En este sentido, Bonelli aseguró: “El Presidente laudó a favor del ministro de Finanzas y al final de la reunión dio una orden terminante: que Caputo tomara el lunes el control de la “mesa de cambios” del BCRA”. La interna “está latente” pero los ministros prefieren tenerla bajo llave hasta que pase toda la turbulencia, contaron fuentes de la Casa Rosada a El Canciller.

"Caputo le torció el brazo a Sturzenegger y fue quien impuso la solución para frenar la corrida cambiaria", dijo Bonelli

El Círculo Rojo aplaudió la fuerte jugada para salir de la crisis, que al menos por ahora se presenta como pasajera. Pero alertó en las voces de Van der Kooy, Pagni y Novaresio, entre otros, los riesgos de presentar fracturas en la alianza. “En la interna tampoco ayudó a Sturzenegger una frustrada jugada de marketing que lanzó días atrás: se promocionó como un académico y un experto piloto de tormentas. Esas cosas caen pésimas en Olivos y Marcos Peña se lo facturó”, dijo Bonelli.

Caputo sí, Dujovne, también. Sturzenegger no. Esas son las rápidas conclusiones del Círculo Rojo, en coincidencia con la mesa chica de Cambiemos. “Caputo subió muchos peldaños en la interna. Dujovne se fortaleció con la negociación del FMI: su excelente relación con Christine Lagarde permitirá ablandar al duro staff del FMI. Pero el resto del equipo está en total observación, incluido el directorio del BCRA y BNA”.

¿Cuál es el temor para los días posteriores después de la fuerte corrida cambiaria? El desgaste de la figura del titular del Central, que apeló a las tasas y reservas como métodos para evitar una nueva explosión del dólar. Pero dio un mensaje confuso al mercado y animó las dudas en la sociedad sobre una presunta devaluación.

Todavía no corrió toda el agua debajo del puente, aunque en Balcarce 50 repiten una máxima que quieren convertir en realidad: “Lo peor ya pasó”. Preocupa la posición de la UIA, alarmada por la situación financiera. También alarma los niveles de la inflación y los números que van a golpear a Cambiemos cuando se conozca la diferencia real con la meta del 15%. Todo bajo la lupa con miras al 2019.