En una esperada conferencia de prensa, el presidente Mauricio Macri dejó pocas definiciones sobre la situación económica y las posibles medidas para tratar de controlar lo que definió, varias veces, como una "tormenta": confirmó que no habrá cambios en las retenciones y admitió que "el crecimiento va a disminuir", pero ratificó el rumbo y prometió que el país crecerá en 2019.

"Vamos a tener unos meses en el que las cosas que decidimos tienen que madurar", dijo Macri en relación a las expectativas negativas para el segundo semestre y cargó la responsabilidad de la crisis en la herencia recibida y en los factores externos: "Hay cosas que no dominamos, como las cosas que pueden pasar en el mundo".

Dirigiéndose más a los argentinos que a los periodistas que le hicieron las diez preguntas, el presidente aseguró que el Gobierno tiene "más herramientas" que antes para "enfrentar el mundo volátil", y agregó: "También tenemos más claro cuáles son los problemas que heredamos de gobiernos anteriores y décadas anteriores".

Sin embargo, aseguró que "el problema tiene una solución" y ratificó las medidas adoptadas por su equipo económico, a las que definió como "el  esfuerzo correcto". "Veo el futuro tan claro como el primer día", aseguró.

En cuanto a las retenciones, en medio de rumores y pedidos del radicalismo de frenar la baja prometida al inicio de la gestión, Macri dijo que "no se pueden pagar más impuestos" y que las retenciones "castigan las exportaciones" y eso perjudica la generación de empleo.

El Gobierno anterior tenia una política muy equivocada: les cobraba impuestos a todos los que exportaban.

"El Gobierno anterior tenia una política muy equivocada: les cobraba impuestos a todos los que exportaban. Por eso no se generó empleo privado y las exportaciones se fueron desmoronando", sostuvo, y explicó que por eso decidió sacarlas. En cambio, destacó el caracter redistributivo del Impuesto a las Ganancias: "Ese es el camino".