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La diputada Elisa "Lilita” Carrió tiene varios álter ego que suelen funcionar como voceros cuando ella elige no intervenir en un conflicto dentro de Cambiemos. Luego de unas vacaciones de un mes por Europa, utilizó como vehículo a la Coalición Cívica, fuerza que lidera, para apuntar contra la principal espada judicial del Gobierno: Germán Garavano. En un comunicado anunció que hizo renunciar a una abogada de su confianza a la Unidad AMIA. ¿Por qué? no toleró que haya intervenido para imponer el sobreseimiento de los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia en el juicio por encubrimiento del atentado a la mutual judía.

"La doctora Mariana Stilman presentó hoy su renuncia a la Unidad AMIA en acuerdo con la líder de la Coalición Cívica ARI, Elisa Carrió y las autoridades partidarias", detalló el comunicado y agregó: "La dimisión de Stilman se produjo luego de la sorpresiva intervención del ministro (de Justicia) en el trabajo de la querella del Estado en la causa de encubrimiento del atentado a la AMIA". Para rematar, la líder de la CC utilizó el mismo proyectil que desplegó el presidente Mauricio Macri para terminar con el conflicto en torno al ministro de Trabajo Jorge Triaca. "No formamos parte ni del amiguismo, ni del nepotismo, ni de encubrimiento judicial alguno", disparó.

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Sucede que el año pasado, Stilman tuvo que renunciar a la representación de la querella en el juicio de la causa Amia debido -según la versión de Carrió- a las reiteradas intromisiones en su trabajo de parte de otro abogado que "respondía a las órdenes de Garavano y sus asesores, quienes impedían que la abogada "desarrollara su labor como apoderada en el juicio”. El texto aclara que pese a esto, Carrió y el titular de la unidad AMIA, Mario Cimadevilla, le pidieron a Stilman continuar trabajando en la Unidad para colaborar con los nuevos apoderados designados en su reemplazo, "en virtud del compromiso del ex senador radical de que no volvería a producirse otra intromisión en el trabajo de los letrados. Por su parte, es importante recordar que el Ministro había reconocido mediante una resolución que el único responsable de la querella era el titular de la Unidad".

No es primer encontronazo entre Carrió y Garavano: en el 2016, el ministro sostuvo que "Carrió no es la voz del gobierno" cuando la chaqueña aumentaba día a día el tono de las críticas hacia la Justicia y en particular hacia el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, cuando insistió sin cesar sobre el pedido de juicio político. Cuando renunció el el juez federal Norberto Oyarbide, -acorralado por el Consejo de la Magistratura-, Carrió salió  a cruzarlo: "El fin no justifica los medios", le dijo. La diputada quería ver enjuiciado al polémico juez.