Asado de obra, paddle y superclásico: las distracciones de Macri para esquivar la crisis
La agenda presidencial difundida hoy por la Casa Rosada sorprendió a extraños e incluso a algunos propios: tenía una sola actividad. No figuraba ninguna reunión de Gabinete, tampoco ningún encuentro con políticos, empresarios o celebridades en su despacho. Solo figuraba que a las 12:30 asistiría a la final del Campeonato de Asado de Obra Pública que organizó la Ciudad de Buenos Aires.
"No hay mejor manera de terminar la semana que con un asado", dijo el presidente al premiar a los ganadores. Es que semana pasada había terminado de forma caótica para el presidente: un tuit mañanero del viernes 2 pidiendo que haya visitantes en la final de la Copa Libertadores entre Boca y River generó un conflicto que no estaba previsto. El mandatario estuvo todo el día explicando en los medios su deseo, hasta que cayó la noche y tuvo que ceder.
Hoy, de todos modos, volvió a hablar del superclásico. "No puedo cerrar estas palabras sin referirme a lo que va a empezar a pasar mañana. Es un día histórico, es una final histórica. Nos pasan cosas únicas a los argentinos", dijo el mandatario, que usó casi la mitad de su discurso para hablar del tema.
"Este partido es único en la historia del fútbol latinoamericano -insistió-, lo van a ver de todas partes del mundo. Por eso quiero invitar a todos los argentinos a que lo disfrutemos. Tenemos que demostrar nuestra madurez, que queremos vivir en paz, sabiendo que a ninguno le va a gustar perder".
Pero no fue el fútbol la única distracción deportiva del presidente. Ayer se hizo un hueco en la agenda para ir a La Rural junto a su primo e intendente de Vicente López, Jorge Macri, para ver la cuarta jornada de competencia del Buenos Aires Padel Master, el torneo que, por tercera vez consecutiva, es parte del World Padel Tour.
El jefe de Estado es fanático de ese deporte y lo practica regularmente. Según afirmó ayer, se trata de "un deporte de interés nacional y la gente de a poco está volviendo a jugarlo". "Con la cancha dura te rompías todo y ahora, con la de pasto, ha vuelto y es un deporte maravilloso para jugar con amigos", agregó, como un conocedor.